Salud y Rock 'n' roll

Feminista, pero poco

El 8M no es un día para celebrar, es un día para reivindicar nuestro lugar en la sociedad, gritar «¡Basta!» ante los abusos y la violencia sexual y de género

Ilustración para el 8M, por @crisgapink en X

Ilustración para el 8M, por @crisgapink en X

Belen Unzurrunzaga

Belen Unzurrunzaga

Señoras, prepárense, llega la semana de las ‘Mujeres inspiradoras, guerreras, luchadoras, únicas, trabajadoras’. Llega la semana de los premios en femenino, de las mesas redondas sólo con mujeres. Los premios de la mujer, galas de la mujer, carreras de la mujer o festivales de la mujer. Todo se volverá de color morado, o no, por qué en la Región de Murcia no gusta. Se retiró de la comunicación hace un año en la Consejería de Política Social, Familias e Igualdad, y el Ayuntamiento de la ciudad de Murcia ha retirado unos carteles morados que luchaban contra la violencia de género, para pasarse al blanco y negro. ¡Qué cosas!

Quizás mi opinión sea un poco impopular, pero el bombardeo de estos días poniendo a la mujer en el centro de todo es un mero paripé que toca porque hay que ser feminista, pero la mejor tierra del mundo lo es pero poco. Al acabar la semana volveremos a ver las fotos de los actos públicos, religiosos y paganos con ninguna o con una mujer porque haya presentado el acto de turno, o ha pregonado alguna festividad, la elección de la Reina de la Huerta o Doña Sardina. No nos engañemos, en esta Región el feminismo cubre el expediente una semana al año, no es una causa por la que luchar cada día en las aulas de los colegios e institutos, en los entornos laborales o en la sociedad.

Me cuesta entender que, en 2024, educar en feminismo, luchar por la igualdad de género, luchar contra la violencia sexual, los abusos, las violaciones de manadas, educar en diversidad e identidad, apoyar a las mujeres trans ante los insultos y las violencias que reciben de la sociedad que las rechaza, contra el porno, por una sana educación sexual para que las generaciones del futuro no traten a la mujer como un objeto y contra la violencia de género, sea tachado por la derecha y la extrema derecha cómo ideología sectaria, cuando educar en feminismo debería de ser algo común para todos los partidos, por encima de colores políticos.

Tenemos que hablar todos, no sólo las mujeres, los hombres feministas ‘esisten’, y no hablo de los hombres que sacan pecho por hacer la cena o fregar los platos, vamos a dejarnos de topicazos y hablar en serio. Entiendo que a los hombres el feminismo les incomode, pero sí les hablamos de lo que sentimos, con empatía, intentando entender qué han aprendido desde que son pequeños, quizás esa escucha activa pueda ser el comienzo para que muchas cosas cambien. Desde la rabia y la política está claro que nada va a cambiar.

2016 y 2018 han sido años muy importantes para nuestro país y la lucha feminista. La Manada y el ‘Me too’ fueron el inicio de un camino que no ha terminado, y dos años más tarde las manifestaciones del 8M marcaron un antes y un después en la sociedad del país. Recuerdo la marea feminista en la ciudad de Murcia, era emocionante, sentí que estaba formando parte de algo grande, algo necesario. El 8M no es un día para celebrar, es un día para reivindicar nuestro lugar en la sociedad, gritar «basta» ante los abusos y la violencia sexual y de género.

Salgamos a la calle por nuestras abuelas, nuestras madres e hijas. Por las mujeres que han sufrido violencia sexual en cualquier ámbito laboral, como los últimos casos en el sector del cine, por las chicas que sufren violaciones en manada, por las que tenemos miedo al volver a casa solas, por la igualdad de salarios y de oportunidades. Por la igualdad en el deporte y que nuestras deportistas sean reconocidas por sus logros, y no por desagradables actitudes, cómo los piquitos rancios. Porque otra sociedad feminista es posible, sin politizar ni polarizar.

Al margen de mi mirada crítica, no quiero dejar pasar la oportunidad de darle la enhorabuena a todas las mujeres premiadas en la Región, por su labor, talento, profesionalidad y por ser mujeres que dieron un paso al frente y marcaron un camino para el resto, pero que no se nos olvide que dentro de una semana el foco se apagará y volveremos al blanco y negro que algunos han querido adelantar ya. Ojalá me equivoque y todas esas fotos que veo a diario de señoros en entornos profesional, social, religioso o festivo pasen a mejor vida. No les tengan miedo a nuestras tetas, sin ellas no hay humanidad, ni belleza.

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