Sánchez no puede seguir despreciando a nuestros agricultores y ganaderos

Los agricultores y ganaderos salieron masivamente a las calles de toda España el 21F para gritar ¡basta ya! ante el abandono del Gobierno de Sánchez y sus nefastas políticas coercitivas, sensacionalistas y alejadas de la realidad. Unas movilizaciones que continuarán en los próximos días, y que desde luego cuentan con el total respaldo del Partido Popular y del Gobierno de la Región de Murcia. Unas manifestaciones con las que están consiguiendo concienciar sobre la situación límite que sufre toda la sociedad española, que estos días responde mostrando todo su apoyo y solidaridad a un sector tan maltratado.

Y es que nuestros agricultores reivindican, además de más reconocimiento social, medidas concretas como la reducción del precio de las materias primas y acabar con la competencia desleal con terceros países, que pasa por garantizar que los productos que provienen de países de fuera de la Unión Europea cumplan los mismos requisitos que los que se producen en nuestro continente.

Asimismo, piden simplificar la burocracia y flexibilizar las medidas impuestas en la política agraria común; revisar la ley de la cadena alimentaria; eliminar impuestos como el IVA de la carne, el pescado, las conservas o los derivados lácteos. También, abordar de una vez la elaboración de un Pacto Nacional de Agua; impulsar un nuevo PERTE agroalimentario, que de verdad contribuya a la transformación del sector; diseñar un Plan de Seguros Agrarios que permita a los agricultores y ganaderos dormir tranquilos sabiendo que sus cosechas están cubiertas; y unas políticas adecuadas en sanidad animal.

Medidas concretas y directas para ayudar al campo, demandadas por los agricultores y ganaderos, que incluimos en la moción que hemos presentado desde el PP y que ha sido aprobada en el Senado, a pesar del voto en contra del PSOE. Una nueva y lamentable demostración de la falta de empatía y sensibilidad del Gobierno de Sánchez hacia quienes garantizan que lleguen alimentos a nuestras mesas.

Sánchez no puede seguir mirando hacia otro lado y debe ponerse ya a trabajar para garantizar el futuro del principal eje vertebrador de nuestro país. Debería acudir de una vez a Bruselas a defender los intereses del sector primario. Aunque poco se puede esperar de quien no ha aprovechado su visita a Marruecos para abordar con el Gobierno de ese país cómo poner coto a los productos que entran a la Unión Europea desde terceros países y suponen una competencia desleal para los agricultores españoles.

Ante la más absoluta inacción de Pedro Sánchez en la defensa del sector primario, el presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, se compromete con nuestros agricultores y da respuesta a sus necesidades. Y además, él sí ha anunciado que llevará a Europa sus demandas y reivindicaciones.

Con el plan plurianual de ayudas consensuado con el sector primario, el Gobierno regional realiza un esfuerzo importante para poner a disposición de nuestros agricultores 18 millones de euros que, por cierto, saldrán de las infrafinanciadas cuentas de la Comunidad Autónoma.

Un plan de apoyo al sector que servirá para que no se queden sin ayudas aquellos agricultores que se han quedado fuera de una PAC insuficiente, consecuencia de una deficiente defensa de los intereses de España en Bruselas por parte del ministro Planas.

Las ayudas del Gobierno regional al sector primario no se quedan ni mucho menos ahí, ya que hay en marcha muchas otras medidas, como el incremento de la subvención al seguro agrario hasta llegar a los 5 millones de euros este año, o las ayudas de 10,6 millones de euros para la inversión en explotaciones agrícolas y ganaderas, actualmente abiertas.

Si el Gobierno de Sánchez mostrara al menos la mitad del interés del Partido Popular y del Gobierno regional por nuestra agricultura, seguramente otro gallo cantaría y no tendríamos al sector en las calles mostrando su disconformidad y enfado ante el maltrato y abandono del Ejecutivo central. Ya es hora de que Pedro Sánchez se ponga a trabajar en defensa de un sector fundamental para nuestra economía. Si no se ve capaz de hacerlo, lo mejor que puede hacer es apartarse.

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