Noticias del Antropoceno

Todos los lobbies quieren lo mismo: privilegios para unos pocos y miseria para el resto

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

No es que cualquier grupo de interés no tenga derecho a expresar su disgusto por las políticas de la Administración o no pueda enfrentarse de forma decidida a normativas y leyes que considere perjudiciales Y, más allá, que haga todo lo necesario para hacerse oir por los responsables políticos y buscar el apoyo de todos lo ciudadanos para sus argumentos. Pero lo que estamos viendo estos días con los agricultores de toda Europa, empezando por los siempre violentos franceses, y siguiendo con las tractoradas españolas, bloqueando carreteras y ciudades, es deleznable. 

No sé por qué tenemos el resto de ciudadanos que respetar las normas de tráfico cuando a estos señores se les permite interrumpir impunemente la movilidad de la población.

Los agricultores estén machacados desde múltiples frentes, como otros tantos empresarios y autónomos que con nuestros propios intereses. La diferencia es que no todos tenemos los medios para producir una disrupción crítica en la vida ciudadana. En un Estado libre basado en la ley igual para todos, un grupo de interés, lobby o gremio, no tiene el derecho a saltársela cuando le plazca, por muy indignados que estén sus integrantes. 

Los agricultores emplean al 4% de la mano de obra de este país, y el sector primario supone el 2,5% del PIB. Es cierto que se han hecho adictos al sistema de subvenciones de las PAC, inicialmente concebido como mero pacto transaccional entre la Francia del hiperdesarrollado sector primario y la Alemania industrializada para poder poner las bases de la incipiente Unión Europea. Pero dinero gratis significa control, y el control supone burocracia, y la burocracia son costes y engorro. 

Y vivir con subvenciones no motiva al empresario agrícola a ganar la dimensión óptima para que su explotación sea rentable ni invertir en tecnología para poder competir con las naciones subdesarrolladas, a las que Europa prefiere comprar sus productos en vez de que nos envíen sus desesperados en patera (dando así excusas a los populistas xenófobos como Abascal y su cuadrilla). 

Soy un empresario de un sector, en el de servicios, que emplea al 75% de la mano de obra de nuestro país y representa el 70% de su PIB. Tengo problemas y me quejo en privado y en estas páginas cuando lo creo conveniente, pero no me dedico a joder la vida de los demás para sacarles más cuartos a sus bolsillos de contribuyentes o consumidores.

Suscríbete para seguir leyendo