Pulso político

La bola de mentiras de López Miras, cada vez más grande

La bola de mentiras de López Miras es cada vez más grande y acabará por arrollarle

Fernando López Miras en la Asamblea Regional de Murcia

Fernando López Miras en la Asamblea Regional de Murcia / Iván Urquízar / LMU

José Vélez Fernández

Del presidente de una comunidad autónoma se espera que sea honesto y responsable y, por supuesto, que diga siempre la verdad a la ciudadanía. Sin embargo, en la Región de Murcia sucede todo lo contrario. López Miras es incapaz de hacer una declaración sin decir, al menos, una mentira. Pero, por más que nos hayamos acostumbrado a sus engaños y ya nada nos sorprenda, no podemos normalizarlo como sociedad.

La semana pasada, en la Asamblea Regional, le pregunté a López Miras directamente si era verdad que firmó ante notario la recompensa que le prometió a los diputados y diputadas tránsfugas por mantenerlo en la presidencia, tal y como confirmó este medio de comunicación. La respuesta era muy sencilla: sí o no. Pero el presidente de la Región no me quiso contestar y tiró de argumentario. Sencillamente, porque no puede desmentirlo. Sabe que, si lo hace, este contrato de compraventa puede salir a la luz. Lo peor de todo es que intentó tapar la evidencia diciendo que al final no metió en las listas del Partido Popular ni en el Gobierno regional a los diputados y diputadas tránsfugas, cuando esto, lo único que demuestra es que también les mintió a ellos. Es verdad que les engañó, pero, no obstante, eso no significa que no haya empezado a pagarles por los servicios prestados. A uno de ellos, al señor Álvarez, lo ha recompensado con un puesto de asesor y 36.000 euros de salario, cuando su único mérito acreditado en política es haber traicionado a los miles de hombres y mujeres que confiaron en él. Ya veremos quién es el siguiente.

La ciudadanía tiene derecho a conocer el contenido íntegro de los pactos ilegítimos e inmorales que López Miras firmó con los tránsfugas, y el presidente tiene la obligación de darlos a conocer, ya que, posiblemente, estamos ante el mayor caso de degradación política de la democracia en la Región de Murcia. No olvidemos que el transfuguismo es corrupción y que López Miras fue el principal instigador de aquellos acuerdos, comprando la voluntad de cuatro diputados y diputadas. Este hecho deja claro que su única preocupación fue y es la de proteger su sillón en San Esteban y que no le importa hacerlo, aunque esto suponga poner en riesgo la calidad democrática de nuestra Región. Ya ha acreditado que carece de la más mínima ética y moral política para dirigirla.

No voy a permitir que normalicemos la utilización de los recursos públicos para fomentar la corrupción política. Al igual que tampoco voy a consentir que siga mintiendo sin pudor a todos los ciudadanos y ciudadanas de esta tierra.

López Miras engorda día tras día su historial de mentiras. El pasado jueves no dudó en salir en directo en una televisión nacional poco menos que acusando a la Delegación del Gobierno de obligarle, a través de WhatsApp, a reunirse con los manifestantes que se concentraron en el entorno de la Asamblea Regional. Veinticuatro horas después, salía en La 7 el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Joaquín Segado, también en directo, diciendo que no, que había sido el jefe del dispositivo policial por vía telefónica. ¿Por qué cambiaron? Porque saben que hay unos mensajes de WhatsApp que desmienten estas acusaciones. Una vez más, les habíamos pillado con el carrito de los helados.

Lo que tienen que hacer el PP y López Miras es dejar de decir una mentira tras otra y pedir perdón a la ciudadanía. López Miras está en una huida hacia adelante, y demuestra constantemente que no está a la altura para seguir al frente de esta Región.

La bola de mentiras de López Miras es cada vez más grande y acabará por arrollarle. No se puede mentir a todo el mundo todo el rato con el único objetivo de seguir en el poder. Las ciudadanas y los ciudadanos de la Región de Murcia no se merecen un trilero que intenta engañarles día sí, día también, necesitan un presidente serio, honesto y que diga la verdad.

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