Achopijo

Espléndida

Dijo el doctor Robles que, gracias a la generosidad de los murcianos en el último medio siglo, Murcia se ha convertido en una potencia mundial en trasplantes. Que en sus viajes por congresos alrededor del mundo, Murcia está en todos los mapas, con los más importantes y prestigiosos hospitales y ciudades

Ricardo Robles

Ricardo Robles

Yayo Delgado

Yayo Delgado

El doctor Ricardo Robles, con emoción y elegancia, fue el encargado de agradecer, en nombre de todos los premiados con los Laureles de Murcia, la concesión de los premios. El Teatro Romea escuchaba con atención, bajo la penumbra del solemne acto del Colegio de Periodistas. Con seguridad, la que le otorga, por encima de todo, su saber hacer en el límite de la vida, en los quirófanos de la Arrixaca, y con naturalidad. Hizo un repaso concienzudo y directo, construido con verdad, de todos los premiados. Cuando llegó a su Laurel, el de Ciencia e Investigación, dedicó esos minutos a reivindicar, con brío, la generosidad de Murcia. Lo hizo con garra en su discurso, con datos irrefutables y a través de una forma de generosidad espléndida inigualable. La que tiene a Murcia como absoluto ejemplo mundial: la donación de órganos.

Dijo el doctor Robles que, gracias a la generosidad de los murcianos en el último medio siglo, Murcia se ha convertido en una potencia mundial en trasplantes. Que en sus viajes por congresos alrededor del mundo, Murcia está en todos los mapas, con los más importantes y prestigiosos hospitales y ciudades. Y lo dijo, espléndido, con el garbo de quien no se ha dado cuenta de que agradecer esa presencia a los murcianos era, en sí mismo, un gesto generoso. No habló de su experiencia, habló de la de su mentor, el doctor Parrilla. Igual que habló de todos los mentores de quienes habían sido laureados minutos antes. Ahí estuvo la grandeza de un discurso que me hizo ver, aún más claro que nunca, el valor que tenemos en la generosidad.

Ricardo Robles puso el énfasis en sus pacientes, que, con sus donaciones por encima de la media mundial, han hecho que los cirujanos en Murcia tengan más capacidad y experiencia. Son capaces de salvar más vidas, no solo por su preparación, estudio y trabajo. Lo son porque los murcianos donan más que nadie en el mundo. Siempre lo he visto claro, y quizás sea esa propia capacidad de esplendor vital la que no nos permite enarbolar la bandera que nos define. 

Murcia es espléndida y generosa. Así, dicho como cuando alguien invita a una ronda de quisquillas y bolitos... ¡Espléndido estás, Paquico! El diccionario dice que espléndido es sinónimo de generoso. Espléndido fue el discurso del doctor Ricardo Robles, y espléndida es Murcia y los murcianos, y bueno sería que esa generosidad de la que nos habló el Laurel de Murcia pudiera quedar, de alguna forma en la ciudad, visible para generaciones posteriores. 

Vale.

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