Lo veo así

El regreso de la monja independentista

A esta religiosa le gusta estar tanto en todas las salsas que ahora, que su figura parecía estar un tanto en decadencia, ha aprovechado los días de Navidad para intentar sorprender a sus ‘seguidores’, confesando lo de su votación al estrafalario nuevo presidente argentino Javier Milei

Lucía Caram, monja argentina.

Lucía Caram, monja argentina. / EFE

Pity Alarcón

Pity Alarcón

Todos los seis de enero (y espero que por muchos años más), servidora cumple años. Al parecer, a las seis de la mañana, llegaba a este mundo soltando algún que otro llanto y pensando eso de «me he perdido un regalo», por lo de coincidir el cumple con el día de Reyes.

Este año, como otros muchos, lo he celebrado con la familia, pero todo no podía ser perfecto, porque el mismo día leía una estrambótica noticia: la hace tiempo ‘desaparecida’ monja argentina (aunque lleva mucho tiempo haciendo ruido en España), Lucía Caram, no resistía la tentación de volver al mundo de la actualidad mundana intentando sorprender a más de uno y de una, confesando que en las recientes elecciones argentinas, su voto fue para el recién elegido presidente, Javier Milei. Y al parecer, ha conseguido lo que quería, variadas respuestas en las redes. Algo que a ella siempre le hizo muy feliz y que en los últimos tiempos seguro que echaba en falta.

A esta religiosa le gusta estar tanto en todas las salsas que ahora, que su figura parecía estar un tanto en decadencia, ha aprovechado los días de Navidad para intentar sorprender a sus ‘seguidores’, confesando (no ante un sacerdote, sí ante un medio de comunicación, que es lo suyo) lo de su votación al estrafalario nuevo presidente argentino Javier Milei. Y ciertamente, el que esta señora vote a quien le plazca no debería de llamar la atención, lo que ocurre es que ella sí quiere llamarla. Ella sí hace lo indecible porque se hable de sus votos y de sus opiniones. Y es normal que llame la atención su confesión de votar a un personaje como Milei, teniendo en cuenta que ella se ha definido a sí misma como progresista dentro de la esfera religiosa.

Una progresista un tanto extraña, porque siempre intentó jugar un papel entre el independentismo catalán, defendiéndolo en todos los foros. Y aunque en los últimos tiempos hay formaciones de izquierdas empeñadas en convencernos de que el independentismo es progresista, esto no cuela, porque basta leer algunos de sus escritos para comprobar que cualquier nacionalismo tiene un componente xenófobo, al defender la supuesta supremacía de esa, supuesta también, ‘raza diferencial’.

Ya ven, esta monja reconoce haber votado a un personaje que se caracteriza por los insultos a sus rivales, su lenguaje soez, sus formas agresivas a la hora de expresar y debatir sus postulados, el uso habitual de palabras malsonantes y esa manera suya ordinaria, y un tanto ‘payasa’, de comportarse en su enfrentamiento con periodistas y políticos.

Ciertamente, un tipo que se identifica principalmente como ‘minarquista’ y ‘liberal-libertario’, o ‘liberal clásico’, al mismo tiempo que se alinea teóricamente con el ‘anarcocapitalismo y el paleolibertarianismo’ y que aboga por un gobierno minimalista centrado únicamente en la justicia y la seguridad, es poco de fiar, aunque la monja Caram se haya convertido en protagonista en los últimos días al defender al personaje diciendo cosas como que es preferible elegir a «un loco» (se refería así a Milei), antes que continuar con las opciones políticas representadas en figuras como Sergio Massa, a quien calificó como ‘basura’, porque puesta a insultar, esta monja no se para en barras. Incluso en algún que otro acto electoral de los independentistas catalanes se presentaba como la ‘monja cojonera’, diciendo cosas como que si se le llamaba así es porque «los tocaba».

En fin, no mucho estilo para una monja que ahora nos sale con lo de su voto por Milei porque «apostamos por el interrogante». Así es que ella, que siempre fue de provocadora, ha hecho una llamada a la calma y a la paciencia antes de emitir un juicio definitivo sobre la administración de Milei. 

Amén.

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