Tribuna Libre

PISA 2022 y política PP regional

El gobierno del PP ha encontrado la solución al problema educativo, y otros: libertad para tomar cañas, igualdad frente a la amnistía y solidaridad ante una mala financiación

L.O.

L.O.

Raimundo Benzal Román

Nunca nos acordamos, pero el PP gobierna la educación regional desde hace más de 27 años (1996 -1999, Aznar, y 1999 -2023, PP, CARM).

En estas casi 7 legislaturas, la CARM no ha abandonado los últimos puestos (España, UE y OCDE) en todas y cada una de las evaluaciones educativas, incluidos los diagnósticos regionales, de los que interesa su ocultación, deficiente análisis y sobrevenida falta de propuestas de mejora.

Los malos resultados nacionales de 2022 son una continuación del fracaso de las políticas del PP, pues la bajada de los PISA precedentes, 2015 y 2018 (sin pandemia salvadora), demostraron que el alumnado de 15 años venía de formarse 2 y 5 años, respectivamente, con la LOMCE del PP, y los de 15 en 2022, durante 7 años (2013-2020; LOMLOE empezó en 2021). Además de bajar los brazos, arrastrar los pies y torpedear las leyes del PSOE vigentes durante los años de gobierno del PP (1996-2004 y 2011-2013, años con LOGSE y LOE, que aún no entienden -mucho menos la LOMLOE- y a medio desarrollar): evaluación; Pin parental; igualdad; solidaridad; recortes de presupuestos y plantillas; formación del profesorado, cerrando 9 CEPs regionales; prioridad de la escuela pública, etc.

Menos mal que, llegados a este punto, el gobierno del PP ha encontrado la solución al problema educativo, y otros: libertad para tomar cañas, igualdad frente a la amnistía y solidaridad ante una mala financiación (cierto) que, interesadamente, olvida que la deuda, y el déficit anual, se deben mayoritariamente a su mala gestión, como demostraron el CES regional y expertos en economía.

Es decir, el PP se apropia con frivolidad, y con la escasez política conocida, de los principios republicanos revolucionarios (sin saberlo) para que se olviden los derechos cívicos que soportan esa síntesis terminológica. También ignoran que PISA y nuestras evaluaciones de diagnóstico comparan la teoría (leyes orgánicas, que todos deben cumplir hasta cambiarlas) con la práctica de un sistema que no existe porque no las respeta y no las aplica; de ahí que el resultado sea fiable en la medida y trágico en la conclusión. Extremando, sería como medir el censo de habitantes en horas.

Y PISA lo pone de manifiesto negro sobre blanco, especialmente en Matemáticas, competencia principal de la evaluación de 2022. Pero además de los datos globales, hay otros indicadores que profundizan el pozo en caída libre.

Los resultados en Matemáticas son pésimos, como se ha dicho, pero las alumnas murcianas fracasan un 40% más que la media de las españolas ante sus paisanos coetáneos varones. En una región en la que el PP blanquea las políticas contra el género de Vox. Igualdad. Va a resultar que el ámbito doméstico, responsable de la discriminación, según ellos, sea también el único que causa el mayor fracaso en Matemáticas de las alumnas. La reciente Conferencia Internacional del Ministerio de Educación y Formación Profesional sobre El futuro de las chicas en STEAM obtiene conclusiones tan lejanas de los ‘¿criterios?’ regionales como necesarias para mejorar.

Los inmigrantes en la CARM fracasan en Matemáticas el doble que los de otras regiones con relación a sus paisanos, llegando a estar casi dos cursos por debajo, pero el PP y su socio Vox niegan las políticas de compensación estatales poniendo todo tipo de trabas ante acogida, centros de menas, CATE, acusación de acaparar las ayudas, presunción de delincuencia, etc. El cortoplacismo político no alcanza a ver ni siquiera la necesidad de incluir a unas personas que están siendo imprescindibles hoy en muchos sectores primarios y sociales y lo serán mañana, si formados, en otros de valor añadido, por humanidad, por coherencia constitucional y por exigencias del censo. ¿Y el alumnado sin transporte durante un trimestre? ¿Y la falta de comedores para ese 30% en riesgo o en pobreza? Solidaridad.

Por otra parte, la controversia pública-privada se refleja claramente en que existe un curso de diferencia en los resultados en Matemáticas a favor del alumnado de la privada (en la CARM casi toda concertada) en contra de la pública. La escuela concertada, cuya parte de gestión no se cuestiona, se ha visto beneficiada sin duda alguna por las decisiones del PP. Lo justifican los datos: desde 2006 se ha más que duplicado la financiación de la concertada en la CARM; se han creado al menos 20 centros concertados nuevos mientras se cerraban aulas en la pública; se disminuyó en 3.000 los docentes públicos por la crisis de 2008; escolarizado un porcentaje de alumnado inmigrante inferior a la proporción que le correspondería por su peso regional, etc. Libertad: el gobierno del PP pretende que nos traguemos que esta discriminación está justificada para salvar una elección de centro que solo pueden realizar los que tengan las condiciones previas que se lo permitan.

Y aparece un indicador que podría despistar. El índice iSEC, socioeconómico, relativiza los resultados en función de estas características de contexto regional. Y resulta que en una región de las más pobres de España, con sueldos y pensiones de las más bajas, poco industrializada, abandonada políticamente a sectores primarios, con centros educativos deficientes en infraestructura, con un modelo educativo que se caracteriza por ‘contrario al PSOE ¿independentista?, con una escolarización 0-3 que se mejora por las ayudas de los ¿filocomunistas?, con centenares de millones de euros llegados del Ministerio (¿filoterrorista?) para la pandemia y otros -sin pública justificación- con una historia de abandono, fracaso y repetición escolar de las mayores de España, UE y OCDE, etc. Resulta, como digo, que aún hay alumnado (poco) que supera, por sí mismo, evidentemente, esas malas condiciones de partida (iSEC) y crece en Matemáticas por encima del pronóstico estadístico. Serán capaces de sacar pecho. Estando bajo tierra, que algunos saquen la cabeza no significa que volemos.

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