Zihuatanejo

Cien años de 'La Divina'

Miguel de Capel

Miguel de Capel

Ayer día 2 de diciembre fue el centenario del nacimiento de la sin par Maria Callas, la mejor soprano del siglo XX, y seguramente la mejor de todos los tiempos.

Aunque nació en EEUU en 1923, era hija de emigrantes griegos que se asentaron en Nueva York. En 1937, tras la separación de sus padres se trasladó a Grecia junto con su madre y su hermana.

Un dato que pocos conocen es que estudió bel canto con la soprano y maestra española Elvira Hidalgo. El bel canto es básicamente el canto lírico y la ópera italiana. Ahí es nada.

La relación con su madre no fue buena, se puede decir que su madre la maltrataba psicológicamente. Calificándola de gorda, poco agraciada y que lo único bueno que tenía era su voz. De hecho la comparaba constantemente con su hermana. Maria Callas llegó a reconocer a la prensa años después que nunca se había sentido querida por su madre.

En 1942 debutó en el Teatro Lírico Nacional de Atenas con la opereta Bocaccio, siendo calificada en lo sucesivo como ‘La Divina’. Como curiosidad, fue capaz de perder hasta 50 kilos para representar a Medea. Contrajo matrimonio con su representante, quien se acabó quedando con buena parte de su fortuna, y se terminó enamorando perdidamente del magnate griego Aristóteles Onassis. Tras una tortuosa relación sentimental con la diva, en la que la vejó y humillo públicamente en varias ocasiones, Maria acabó enterándose por la prensa de que el multimillonario armador griego se había casado con Jacqueline Kennedy, la viuda de J. F. Kennedy.

La Callas murió sola en 1977 en su casa de París.

Una diva con una voz magistral, privilegiada, maravillosa, que tuvo una vida tortuosa en lo personal y en lo sentimental, y una carrera artística plagada de éxitos y parabienes. Siendo la soprano más conocida de la época. Una auténtica celebridad que levantaba pasiones.

Hasta aquí la vida y milagros de ‘La Divina’, a la que yo tuve la oportunidad de descubrir hace unos quince años, a través de un CD que me regaló mi buen amigo Pedro Sanz, componente del cuarteto de música de cuerda murciano Saravasti. He de decir que su voz me envolvió y me cautivó a la vez.

Y esta es la historia que os quería contar este domingo, aprovechando el motivo del centenario del nacimiento de la diva. Espero que os haya gustado.

PD. Escuchad si tenéis la oportunidad a Maria Callas, ya nada os parecerá lo mismo.

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