Tribuna Libre

Plan de Movilidad y el Puente Viejo

Creemos llegada a Murcia la ciudad del peatón, y, en ese contexto, el Puente de Los Peligros debe ser devuelto a la ciudadanía sin más circulación que la de un transporte público que sea la alternativa al coche privado y al carril bici

Las obras del Plan de Movilidad en el Barrio del Carmen, el pasado mes de mayo.

Las obras del Plan de Movilidad en el Barrio del Carmen, el pasado mes de mayo. / Juan Carlos Caval

Joaquín Contreras

El año avanza inexorablemente y los plazos que Europa concedió al Ayuntamiento de Murcia para implementar las obras del Plan de Movilidad Sostenible van llegando a su fin.

El cambio de Gobierno Municipal que trajeron a Murcia las elecciones municipales del 28M ha ocasionado un parón en tales obras, no del todo justificado por dicho cambio, sino por la discrepancia y enfrentamiento entre PP y PSOE, que en buena medida influyeron en el resultado electoral. Fruto de aquel enfrentamiento, el nuevo alcalde declaró taxativamente que tan pronto tomara posesión paralizaría las obras del Plan de Movilidad puestas en marcha por el gobierno anterior. Y con una Comisión de Expertos en el proceso, la paralización fue realidad. Ahora vienen las prisas de aquel parón y hay dudas no resueltas sobre las que la ciudadanía necesita explicación.

No es mi intención hacer juicios de valor sobre la decisión de paralizar las obras, pero en cuanto que vecino del Barrio del Carmen quisiera aportar la visión del problema que el sur de la ciudad está sufriendo con una expectativa y preocupación justificadas: Espinardo ha perdido los fondos europeos con los que en principio contaba para las obras de Movilidad, y la marcha de las mismas en el Barrio del Carmen no ha resuelto las dudas que sobre él se ciernen desde que Ballesta decidió revertir la decisión de reservar el Puente de los Peligros para circulación de Movilidad pública y carril bici, decidiendo sin miramientos reinstaurar la circulación del coche privado hacia la Plaza de Camachos, a pesar de que el Barrio del Carmen ya disponía de un acceso Norte-Sur por el Puente Miguel Caballero, a través de la Calle Proclamación, con el agravante de que la plaza de Camachos se encontraba en obras y con un escaso espacio para compatibilizar obras y circulación. 

En opinión de muchos ciudadanos, aquella medida no tenía justificación lógica ni coherente, puesto que con ello se forzaba un doble acceso norte-sur en un ámbito y espacio muy próximos, pero que en forma de embudo convergían como los dos brazos de una ‘Y’ en una única salida, la calle Proclamación, con el inconveniente añadido de su intersección con los vehículos provenientes de la Calle Cartagena, que no tienen otra salida.

En esta situación el Ayuntamiento proclama que las obras van a concluir en breves fechas y explicita que ya están terminadas en Avenida Canalejas, lo que no puede ser admitido por nadie que haya hecho un seguimiento mínimo del Plan de Movilidad, puesto que ni las obras de la Avenida Canalejas, ni las del Puente Viejo estarán terminadas mientras no esté hecho el carril bici que sube desde Alameda de Colón y Plaza de Camachos, lugares en los que ya aparece tras las paradas de autobús. Porque el Puente Viejo no tiene cabida nada más que para el carril bici y el carril de transporte público que ya habían sido diseñados. El transporte privado ya entra al Barrio del Carmen por el puente inmediato y cercano, el Miguel Caballero. 

Los vecinos del Barrio del Carmen necesitamos despejar las dudas y la incierta información difundida, porque no vemos ni deseamos otra alternativa a la propuesta inicial, que básicamente consiste en la prolongación del carril de transporte público de la Gran Vía hacia la Plaza Camachos y el nodo de Alameda de Colón a través del Puente Viejo y la instauración definitiva del carril bici paralelo a dicho vial bus.

Con toda contundencia, solicitamos al Sr. Alcalde que nos resuelva estas dudas, porque las alternativas no nos parecen aceptables, si estas pasan por supresión del carril bici o del carril de transporte público por el Puente Viejo. Este vetusto Puente de los Peligros no tiene espacio para más, y, como emblema de la ciudad, merece un trato menos agresivo y más respetuoso.

En función de las nuevas corrientes urbanísticas que se abren paso en toda Europa, creemos llegada a Murcia la ciudad del peatón, y, en ese contexto, el Puente de Los Peligros debe ser devuelto a la ciudadanía sin más circulación que la de un transporte público que sea la alternativa al coche privado y al carril bici.

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