La Feliz Gobernación

No funcionará

Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez. / EP

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Es curioso que quienes tanto corean la Constitución para deslegitimar a Pedro Sánchez se hayan saltado su lectura, pues de otro modo sabrían que el sistema político español es una democracia parlamentaria en la que gobierna el grupo político que más respaldo obtenga del hemiciclo, con independencia del número de escaños que haya alcanzado por sí solo.

Este recordatorio, en el que hay que insistir a cada instante por increíble que parezca, no excluye que en este caso esa realidad formal esté tiznada por grandes inconvenientes que pueden hacer inviable la gobernación de Sánchez, a la que va a acceder poco menos que con fórceps. Relacionaré sólo lo más evidente:

1. 179 diputados significan una holgada mayoría absoluta, pero no está muy lejos de los 171 que conforman la oposición, y mientras el primer bloque constituye un conglomerado de intereses particulares y contrapuestos entre sí, el segundo es más compacto. España, mitad a mitad.

2. El poder político de casi todas las Comunidades autonómas y de la inmensa mayoría de las capitales de provincia, en manos de la oposición, está plenamente activado.

3. En el Senado, aunque sea una Cámara subsidiaria, el PP tiene la mayoría absoluta y podrá convertirla en una permanente caja de resonancia con plena legitimidad democrática.

4. La calle, con independencia de la guerra de cifras sobre el número de manifestantes, no va a dar un fin de semana de respiro al Gobierno, y no hay señales de remisión.

5. Por si fuera poco, la figura del relator que vigilará los pactos con los independentistas someterá a Sánchez a un control más estricto, y previsiblemente humillante, que el que le tocará sufrir por parte de la oposición natural.

6. La pugna de Podemos en Sumar será a la corta o a la larga otro factor de inestabilidad, sobre todo si los primeros quedan fuera del Gobierno, y si entran tal vez resulte peor.

7. Es muy probable que Europa esté muy pendiente de que España, un país clave, no se polonialice en relación a la Justicia.

8. Y en el interior del propio PSOE hay muchas dudas sobre la naturalización del relato independentista que significa un paso sin retorno.

¿Cómo avanzar en la gobernación con tantos contrapesos? La lógica indica que esto no va a funcionar.

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