Seré breve

Habrá monarquía varios siglos más

Pablo Molina

La ultraizquierda española, que defiende a las dinastías corruptas de las peores dictaduras comunistas, no ve con buenos ojos que España sea una monarquía parlamentaria. No les gusta, vaya, y eso que tenemos una Corona de lo más republicana. Pero eso no es suficiente para ministras de la talla de Irene Montero que, con su ausencia en la jura de la Constitución de la princesa Leonor, quiso denunciar el nepotismo inherente a una persona que alcanza las más altas magistraturas simplemente por relaciones familiares. No como ella, que llegó al ministerio por su incuestionable valía personal. Pero el rechazo de los ultras a la princesa Leonor apenas esconde la razón fundamental de esta grosería, que es su deseo de destruir nuestro sistema constitucional. Eso es lo que une a todos los socios de Sánchez.

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