Murcia, provincia de Alicante

Mal que les pese a las autoridades turísticas de nuestra Región, que invirtieron una fortuna para promocionar la marca Costa Cálida por los territorios donde se origina el turismo hacia nuestras tierras, esta denominación es apenas reconocida y menos recordada entre sus teóricos usuarios. Doy fe de ello por las numerosas ocasiones en las que pregunto sobre el tema aprovechando mis frecuentes viajes por motivos familiares o profesionales a Reino Unido .

En realidad, la marca Costa Cálida fue un invento socorrido para evitar el conflicto de identidades con los defensores del cartagenerismo recalcitrante que siempre abominaron de que el nombre de la provincia, y después de la Comunidad Autónoma, fuera el mismo que el de la odiosa y espúrea (según ellos) capital. Fue un acierto cuando este criterio cambió (ni recuerdo cuando) y la marca pasó a ser simplemente Murcia, algo más distintivo y con más posibilidades de convertirse en un rasgo diferenciador. A partir de ahí, la denominación Costa Cálida pasó a funcionar como un tagline, o frase que se une a la marca y se integra con ella para definirla, realzarla o simplemente posicionarla con relación a su competencia. Eso sí, no hay que extrañarse de oír la palabra ‘marssia’ que es como un británico desacomplejado se refiere a Murcia.

Lejos quedan ya los tiempos en los que Ryan Air anunciaba los vuelos a San Javier con la denominación Alicante Sur. A pesar de la confusión, esos vuelos lanzaron definitivamente la Región de Murcia como destino vacacional, sustituyendo en parte a La Manga, hasta entonces lo único que les sonaba a los británicos por asociación con La Manga Club. Eso sí, pronúnciese ‘alicanti’ y no ‘alicante’. Los beneficiarios directos de esa conexión aérea fueron los accionistas de Polaris. Ellos promovieron el primer resort de golf junto al aeropuerto, con casas que costaban una fracción que en La Manga Club. Los británicos se volvieron literalmente locos por adquirirlas.