Emma Watson

Tener a Emma Watson frente a mí en La Famosa me tienta a consumir el tiempo que duren nuestras cañas en hablar de la saga que la dio a conocer, que mejoró la infancia y adolescencia de toda una generación y sobre la que tengo tantos conocimientos y objetos que en varias ocasiones se me ha catalogado como friki. Pero en lugar de eso, decido enfocarme en ensalzar su inquebrantable compromiso social y ayuda humanitaria.

Por muchos son conocidas sus hazañas en el mundo mágico de J. K. Rowling y es vox populi que prácticamente ella es Barbie y Harry Potter es Ken en la lucha por derrotar a quien vosotros sabéis. Sin embargo, quizá no tantos saben que hace magia en la vida real.

Tras licenciarse en Literatura Inglesa a la vez que se convertía en una actriz mundialmente conocida, fue nombrada Embajadora de Buena Voluntad ONU Mujeres por su labor social en 2014, cuando tenía 24 años, y más tarde fue reconocida su defensa de la moda sostenible cuando fue elegida presidenta del Comité de Sostenibilidad del grupo de moda Kering, que cuenta con una lista de grandes firmas de lujo como Gucci, Balenciaga o Saint Laurent.

Su participación en el movimiento ‘Green Carpet Challenge’ demuestra que el glamour y la conciencia ecológica pueden ir de la mano. También estuvo implicada en la campaña ‘HeforShe’, donde pidió a los hombres que se unan a la lucha por la igualdad de género.

Ha sido uno de los personajes públicos que más se ha implicado en la revolución feminista. Cara visible del movimiento ‘Time’s Up’, ha participado en manifestaciones, reuniones y todo tipo de actos a favor de la igualdad de género y no ha dudado en dar voz a esta causa en sus discursos siempre que la ocasión lo ha permitido.

Además, esta chica Amenábar y Bella en carne y hueso ha demostrado en varias ocasiones su pasión por la lectura y el valor que le da a la educación. Lanzó su club de lectura en línea, ‘Our Shared Shelf’, para fomentar la discusión de libros feministas y temas sociales. Cada dos meses propone un libro a sus seguidores y mantiene un debate con ellos.

Hay que tener verdaderos poderes para llegar a la treintena siendo una actriz famosa y cotizada, con dinero, y no conformarse con seguir viviendo en la espiral de grabaciones y alfombras rojas, sino continuar formándose, abarcar otros campos y, sobre todo, intentar de manera solidaria hacer del mundo real, en el que desgraciadamente no sirven los hechizos ni las pociones, un lugar mejor.

En los últimos años anda un poco desaparecida y no se la ha visto en la gran pantalla desde su papel en Mujercitas en 2019, así que le pregunto qué es de ella. Me cuenta que está terminando un máster en escritura creativa en Oxford y después volverá a ponerse ante las cámaras en un proyecto del que no me puede dar más detalles y que comenzará a rodarse a principios de 2024.

También quiero saber cuál es su secreto para mantener el equilibrio entre el éxito, la actuación, la formación y su trabajo humanitario, porque no parece una tarea fácil. Sonríe y saca algo del bolsillo. En su mano sostiene el giratiempo. Ya decía yo.

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