A pijo sacao

Por fin, una campaña turística con mucho sentido

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Hace muchos años que me retiré de la competencia por las campañas publicitarias institucionales, sea para la Comunidad Autónoma o para cualquier Administración local. Así que me siento con cierta autoridad para alabar o criticar las ideas y la factura (en términos de producción) de una campaña de publicidad que me afecta como ciudadano de esta Región pero con la que no tengo nada que ver, ni aspiro a tener nada que ver en el futuro.

Y no es que recuerde todas las campañas de Murcia que se han hecho en mis últimos cuarenta años de publicitario, pero sí tengo presente ese bodrio de estrategia, creatividad y producción con mucho presupuesto pero totalmente falluta que fue la que se hizo bajo el eslogan de No Typical. Me consta que tuvo mucho que ver la personalidad del político responsable de la cosa, un consejero de Cultura, familiar de Valcárcel por más señas, con dudoso criterio publicitario y un ego desmedido.

Tampoco fue muy brillante la campaña antecesora de la actual, con el típico smiley, icono que se conserva, lo cual es muy bueno para dar consistencia a una estrategia de branding de largo plazo. Haber incorporado a una estrella del deporte local en franco ascenso, totalmente reconocible, y asociarla a la marca Murcia es una técnica publicitaria que dará, sin duda, excelentes rendimientos. Haber encajado bien el guion de los anuncios con la figura de Carlos Alcaraz y la promesa de qué ofrece Murcia al visitante es el mayor mérito de los creativos de esta campaña, quienquiera que sean. 

No sé si Alcaraz llegará a ser más grande que Rafael Nadal, pero al menos ha tenido un comienzo como evangelista de una marca mucho más brillante y resuelta que el mallorquín con sus balbuceantes anuncios iniciales para Kia.

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