El prisma

Ganó Abascal

Pablo Molina

Pablo Molina

 El único argumento de Sánchez para tratar de no ser aplastado del todo por Feijóo fue agitar el espantajo de sus alianzas con Vox, un asunto que la izquierda ha convertido en su principal elemento de convicción para aliviar el previsible batacazo del próximo 23J. Es chocante que Sánchez y su banda pretendan dictar con quién se puede o no pactar en España, vistas las alianzas que han forjado esta pasada legislatura para poder sobrevivir en el poder. Pero la izquierda considera que todo lo que no le gusta es fascismo, una asociación elemental que, por fortuna, cada vez le funciona menos en una sociedad madura como la nuestra. Sánchez se pasó el debate repitiendo Vox, Vox y Abascal, a pesar de que en el plató tenía enfrente únicamente a Feijóo. Perdió el debate y alimentó el voto conservador. Desastre total.

Suscríbete para seguir leyendo