Lo veo así

Lo que nos espera

Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento de Baleares.

Gabriel Le Senne, presidente del Parlamento de Baleares. / CATI CLADERA / PIM

Pity Alarcón

Pity Alarcón

Durante los meses de julio y agosto, todos los años, les dejo descansar a ustedes de mis reflexiones en este rincón, y yo intento alejarme un poco de la información política para que la mente se despeje un poco. Pero este año no podrá ser así. A partir de este artículo yo les dejaré descansar, pero me temo que continuaré pendiente de todo lo que se mueve alrededor de las elecciones generales del 23 de julio y de todo lo que está ocurriendo en la formación de los distintos gobiernos entre el PP y Vox. 

Formación de ejecutivos autonómicos que está dando mucho de sí. Para el PP porque quiere la cuadratura del círculo: aliarse con Vox porque los necesita para gobernar, pero que parezca que lo hace ‘poquito’. Y Vox, porque con toda la razón del mundo, ha dejado de querer ayudar en la sombra y ha decidido saltar al ruedo de la gobernación demandando su cuota de representación en las mesas de los distintos parlamentos regionales y en la ocupación de las consejerías con más matiz político, donde ellos puedan ver reflejada su ideología extrema.

Tan extrema, que dentro de sus filas hay gente capaz de decir barbaridades, como eso de que «las mujeres son más beligerantes porque carecen de pene». Sí, esto lo escribía el 20 de noviembre del 2020, en un tuit, el nuevo presidente del Parlamento Balear, Gabriel Le Senne. Un personaje que ya está borrando, de prisa y corriendo, los mensajes en sus redes sociales, porque en ellos deja patente su absoluto machismo, su empecinamiento en negar el cambio climático (a mí estas cosas no me parecen de izquierdas ni de derechas, me parecen de ignorantes, aunque se tenga título universitario), su obsesión con el colectivo LGTBI, y entre otras cosas, su posición, próxima al ridículo, contra las normas tomadas para luchar contra el covid con cosas como «algunos me preguntan que por qué escribo tanto sobre las vacunas y el covid últimamente. Pues porque me parece el mayor ataque contra la libertad ahora mismo. No hay justificación para el pase covid y por eso me niego a enseñarlo, aunque lo tengo, de momento», un razonamiento de una enorme simpleza, que no nos extraña en alguien que se caracteriza por una verborrea barata en sus mensajes

Pero algunos de estos mensajes puedan llegar a ser ciertamente peligrosos, al mostrarnos a un individuo que alberga una gran carga de racismo al escribir cosas como «en España entre hispanos y africanos no está claro dónde acabará la cosa, pero sí que los nativos estamos cada vez más en peligro de extinción, aunque la progresía se preocupa por lobos y ciervos, pero no por los humanos, porque somos una plaga». 

Ya ven, los españoles estamos en peligro de extinción entre tantos extranjeros que nos rodean; extranjeros pobres, claro, porque miren por donde, él, que vive en Palma de Mallorca, no habla de los alemanes, ingleses y otras nacionalidades de turistas ricos que pueblan aquella tierra. No nos dice nada de que de los 18.222 alemanes empadronados en las islas, 15.385 están en Mallorca, siendo la nacionalidad extranjera europea con un mayor número de empadronados en esta isla. Y tampoco nos dice nada de que la población residente estimada por el Consulado General del Reino Unido en Baleares es de unos 25.000, de los cuales, según fuentes oficiales, unos 15.000 sí están registrados oficialmente. Pero ya ven, los alemanes e ingleses no nos invaden. Estos no amenazan nuestro futuro: los hispanos, con nuestra misma lengua, sí.

Si este personaje no tuviese la ceguera que poseen todos los racistas, llegaría a la conclusión de que este país envejecido necesita de gente joven para hacer esos trabajos que, por supuesto, el nuevo presidente del Parlamento de las Islas Baleares no haría jamás. Pero no puedo imaginarme a este ‘ser superior’, ver más allá de su racismo

Pues bien, esto es lo que nos espera. 

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