La Feliz Gobernación

Serrano trae la mayoría del PP

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Dos años de gobierno municipal socialista en Murcia han bastado para que, a la tercera, José Ballesta alcance la mayoría absoluta a la que no llegó en las dos convocatorias anteriores. Una cosa es consecuencia de la otra. Sobre todo si atendemos a que el PSOE, además de perder el poder, retrocede en votos y concejalías.

Todo obedece a una sensación doble: impostura e ineficacia. El alcalde socialista, José Antonio Serrano, tomó la vara tras comprar el discurso de la corrupción de su socio de Cs, Mario Gómez, que ninguna instancia judicial ha visto por lado alguno. E implantó ese tonillo buenista y de superioridad moral socialista, acompañado de un infantil fondo demagógico: ventanas abiertas y las pedanías, lo primero. Las ventanas abiertas han sido protagonistas por su ausencia (véase el Plan de Movilidad, impuesto a marchamartillo, sin opción a participación ni diálogo) y sobre la primacía de las pedanías basta echar un vistazo al estado de obras de la capital para constatar dónde se están invirtiendo los cuartos.

Por lo demás, el PP ha obtenido mayoría absoluta en casi todas, y el PSOE no ha ganado en ninguna. Es una ironía que el último proyecto anunciado por los socialistas consistiera en la restauración de la fachada del Ayuntamiento; es decir, el alcalde que venía a priorizar las pedanías encontró recursos para embellecer el exterior de su despacho. Metafórico.

En cuanto a la joya de la corona de su gestión, el Plan de Movilidad, resulta que, de entrada, no es un plan, pues para que lo fuera tendrían que ir a la par el rediseño urbano, el esquema preciso del transporte público y una previsión sobre aparcamientos conectados y en condiciones. Aquí, todo improvisado y sobre la marcha. Además, las palabras no concuerdan con los hechos: a la vez que el alcalde habla de ‘la ciudad sostenible’ lo que los ciudadanos observan es la tala permanente del arbolado público. La gente no sabe lo que se está haciendo y cuando pregunta obtiene como respuesta: «Es lo que exige la ONU». Inapelable. Serrano ha condicionado su proyecto a que, una vez concluido y desaparecidas las molestias, el personal lo vea todo bonito. Ha sido una gestión al más puro estilo del despotismo ilustrado: todo para el pueblo, pero sin el pueblo.

Los dos años de gobierno socialista en Murcia eran la gran oportunidad del PSOE. Y la han malgastado en retóricas progres y en tontadas. Y lo peor es que todavía no saben qué les ha pasado.

Suscríbete para seguir leyendo