La Feliz Gobernación

La herencia del Gobierno Frankostin

Ángel Montiel

Ángel Montiel

"Estos cuatro años han sido los peores de nuestra historia". Esta es la frase con que los responsables del CERMI resumieron ante López Miras su estado de ánimo ante la gestión de la consejería de Política Social, dirigida hasta hace pocos meses por la vicepresidenta, Isabel Franco. Lo confesó el propio presidente, sin mencionarla, ante un grupo de empresarios el pasado martes en el transcurso de un acto sectorial de su campaña electoral.

El CERMI, Comité de Representantes de Personas con Discapacidad y sus Familias, engloba a entidades que trabajan para lograr una inclusión plena de las más de 150.000 personas en esas circunstancias que hay en la Región de Murcia.

López Miras trataba de explicar a su auditorio lo importante, de acuerdo con su experiencia, que es conseguir una ‘mayoría necesaria’ para no tener que depender de otros partidos. «Los Gobiernos de coalición son mentira», dijo, en el sentido de que no son operativos porque cada parte pretende tener su particular protagonismo. Y puso como ejemplo las dificultades que sufrió durante la pandemia para poner en marcha medidas a favor de las empresas, ya que correspondía hacerlo a un departamento que, cuando todo estaba dispuesto, frenaba la actuación porque requería presentarla como propia (se refería a la consejería de Empresa, entonces en manos de Ana Martínez Vidal, Cs). Con su sucesora, Valle Miguélez, tampoco deben ir las cosas mejor, a juzgar por las soterradas quejas de algunas empresas del sector de las energías alternativas, que llevan un año esperando cobrar las ayudas prometidas. 

En los actos abiertos, López Miras insiste de manera genérica en la necesidad de disponer de un Gobierno monocolor, pero en los sectoriales, en algunos de los cuales puede sentirse más cómodo, realiza confesiones como las anteriores, alguna, como la relativa al CERMI, en un tono emocionado, como si el diagnóstico de «los cuatro peores años» le hubiera afectado íntimamente. 

Si las dificultades internas del Gobierno Frankestein de Pedro Sánchez afloran cada día, las del Gobierno Frankostin de López Miras han sido relativamente más discretas, pero el verdadero relato empieza a aflorar porque parece obvio que el presidente no quiere verse en otra.