Apuntes del Natural

La pili no suelta el teléfono

Enrique Nieto

Enrique Nieto

Un serio problema. Un chico de unos quince años va por la calle hablando por el móvil. Le escucho decir: ‘Tío, la Pili, que me ha llamado su madre y dice que está muy preocupada por ella. Dice que la Pili no suelta el teléfono, que cuando come se lo pone al lado del plato y no para de mirarlo, que se lo mete en el cuarto de baño. Dice que está totalmente enganchada al wasap, deseando que le pongan uno para responderlo. Anoche se levantó la madre a las 4 de la mañana y estaba ella con el móvil. Y no se le pueden quitar porque le dan ataques de ansiedad si no lo tiene en la mano…’. Sigue hablando, pero ya no lo puedo escuchar.

Voto decidido. Un amigo a mí, charlando sobre las elecciones: ‘Yo, lo que sí sé seguro es a los que no voy a votar’.

No me lo podía creer. ¿Vieron ustedes la coronación de Carlos III? Yo, algo. Y me quedé de piedra.

Son diferentes. Un hombre mayor habla con otros, de tertulia, sentados en la terraza de un bar: ‘Los jóvenes de ahora han cambiado completamente su forma de ver la vida con respecto a nosotros. Ellos quieren vivir lo más tranquilamente posible, disponer de tiempo para hacer lo que quieran y perseguir la felicidad a través de lo no material. Muy pocos de ellos sueñan con tener una casa o un coche propio y quieren un empleo que les permita llevar a cabo su plan de vida. Tampoco se plantean que la relación de pareja vaya a ser para siempre, no quieren muchos hijos y que vengan lo más tarde posible para poder disfrutar de su libertad. Se cuidan físicamente, van a gimnasios y algunos hasta meditan’ (fue mucho más larga esta disertación, pero aquí pongo una síntesis).

Duda. Un segundo hombre interviene: ‘Yo creo que mucho de lo que hacen es así porque no tienen otra opción. Ganan poco dinero, el empleo que quieren no se lo dan y el que hay no les gusta nada, así que prefieren seguir en casa de sus padres hasta cuando sea. Solo si tienen pareja y trabajan los dos se pueden permitir pensar en vivir juntos’. Este hombre hace una pausa y añade: ‘Y no sé, Pepe, quién lo está haciendo mejor, si ellos o nosotros, que nos matamos para conseguir mejorar el tipo de vida que habíamos tenido en nuestras casas familiares y hemos vivido siempre pagando una hipoteca y tratando de conseguir subir en el escalafón’.

Realmente bella. Si son ustedes aficionados a la música les voy a hacer una recomendación. Busquen en Internet el primer concierto dirigido por Gustavo Dudamel en la Ópera de Paris, y, entre las obras que se programaron, hay un aria de la ópera Ainadamar, de Golijov, que canta una señora y que te pone los pelillos como escarpias. Por cierto, ni yo sabía quién era Golijov, ni que existiera esta ópera, pero es realmente sorprendente, oiga. Una maravilla. Está en Internet. Y en Filmin.

Creo en ellos. ¿Conseguirá el FC Cartagena disputar el play off de ascenso? Está muy complicado. Son 4 puntos los que le lleva el Albacete y quedan tres partidos. Pero yo tengo fe. 

Mejora absoluta. Leo en la prensa especializada una noticia que creo que todo ustedes deben conocer. Resulta que Laura Escanes, una influencer que no sé quién es, ha declarado que está teniendo el mejor sexo de su vida. Parece ser que era la novia de Risto Mejide y que rompió con él y ahora está con un muchacho que se llama Álvaro de Luna. El ex tiene 48 años y el nuevo 29. Yo creo que por ahí debe estar la explicación al asunto. 

La molesta. Una señora, con muy buena pinta, a otra, andando por la mota del río, ambas vestidas con ropa deportiva de marca. ‘Espera, hija, que se me ha metido una piedra en la zapatilla y me está jodiendo viva’.

Álex de la Iglesia con el logo de Netflix.

Álex de la Iglesia con el logo de Netflix. / NETFLIX

Cine y series. He intentado ver la película El cuarto pasajero, de Alex de la Iglesia. Parece mentira que un director que ha hecho La Comunidad, El día de la bestia e incluso Balada triste de Trompeta, pueda haber llegado a semejante desastre. Es mala con fatiguitas de muerte. De series, nada que hablar esta semana, ni para bien, ni para mal.