Tribuna libre

La ampliación del tranvía o un poco de cordura

Usuarios esperando al Tranvía de Murcia en una de las paradas.

Usuarios esperando al Tranvía de Murcia en una de las paradas. / L.O.

Francisco José Ruipérez López

Creo que, después de la lectura de este artículo, muchos de ustedes me verán como un bicho raro. Alguien anclado en un tiempo pasado, opuesto a todo lo moderno. Una persona que le pone pegas a la ampliación del tranvía en nuestra ciudad. Casi nada.

Para mí, el tranvía es un sistema moderno de transporte a caballo entre los autobuses y el metro: cómodo, cumplidor con el horario, con paradas muy accesibles y seguro que olvido bastantes cosas más. ¿Entonces a qué vienen mis pegas? A mi entender, no se adapta a las características del municipio de Murcia, y recalco lo de municipio, para solventar los problemas de movilidad. Y me explico. Luego ustedes deciden.

Uno. Según los datos oficiales del INE, en el año 2000, el 55,01% de la población del municipio residía en las pedanías. Esa proporción ha variado con el tiempo y en el 2022 ya es del 63,49%, lo que representa 293.976 habitantes. Por población total somos el séptimo municipio de España tras Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y Málaga.

De estos, Madrid, Barcelona y Sevilla tienen mucha población agrupada en un solo núcleo y no tienen pedanías, por lo que la planificación del transporte la tienen más fácil. Por debajo de nosotros, están Bilbao, Hospitalet o Pamplona.

Si separamos las poblaciones de los núcleos capitalinos y de las pedanías, Murcia queda muy por detrás del séptimo municipio, pasando a ser la ciudad número treinta, por debajo de Leganés, Elche o Jerez de la Frontera, por mencionar algunas de las once poblaciones no capitales de provincia que nos superan (datos de 2021).

Con estos datos, si nuestra vecina Alicante decide hacer algo bueno para la ciudad, pero malo para sus pedanías, solo perjudicará al 2,42% de su población. Mal hecho, pero el daño es mínimo para sus habitantes. Si esto lo trasladamos a nuestra Murcia, comparen ustedes con nuestro complicado término.

Una superficie de 881,8 km², el decimosexto municipio más grande de España. Administrativamente divido en 28 barrios y 55 pedanías. Estas tienen unas características específicas siendo uno de los sellos de identidad del municipio: unas muy grandes, que de ser municipio serían de los medianos de España; otras, agrupadas en ‘corredores’ por la movilidad, son como superpedanías; y otras son pequeñas, algunas tan distantes (las del Campo de Murcia) que están olvidadas en materia de movilidad, y lo que es peor, seguirán olvidadas. Con un entramado tal de pedanías, con sus carreteras, caminos y carriles, el plan de movilidad para dar servicio a esa población se complica y mucho.

El transporte en autobús vertebra el municipio en su totalidad. Conecta la capital con la última población gracias a esa tupida red de viales. Otra cosa es si el Ayuntamiento responde a esas necesidades de movilidad en todas sus facetas (trabajo, estudio, sanidad, ocio).

Dos. Olvidando tiempos pasados, estamos enfrascados en tres grandes proyectos municipales (Junta de Gobierno del 22 de abril de 2022) que, gracias a casi 38 millones de los programas Next Generation y fondos FEDER, pueden ponernos a la altura de otras ciudades en cuanto al calmado de tráfico en el núcleo de la ciudad mediante Zonas de Bajas Emisiones:

  1. De tecnificación de las infraestructuras de gestión del tráfico y modernización de los sistemas de medida y control del mismo.
  2. Para la implantación de tres líneas de nuevas plataformas reservadas a carriles bus con característica BTR (anillo circular, El Palmar y Espinardo) que conectan puntos de alta atracción de movilidad del municipio.
  3. Construcción de ampliación de nuevas plataformas reservadas destinadas a carriles bici y bus.

Si bien entendemos que con algunos defectos que pueden afectar a su correcto funcionamiento en materia de agilizar el paso por esos nuevos viales (características de las paradas y adquisición de bonos). Tema para otro artículo.

Todo esto dará paso a la ‘Nueva Red de Transporte Público Colectivo Mediante Autobús Urbano’ que se supone entrará en funcionamiento el próximo 3 de diciembre (cosa que dudamos y mucho), cuyas principales características son: mejoría en la conexión de líneas de alta densidad y frecuencia con otras de baja densidad y frecuencia; reducción del tiempo de viaje (gracias a los carriles segregados, con preferencia semafórica y dotados de un sistema inteligente de gestión del tráfico); atención a las pedanías sin servicios, así como a la movilidad transversal; mejoría en la conexión con los principales puntos de atracción de la movilidad (campus de Espinardo, estación del Carmen y los hospitales públicos); y homogeneización de las tarifas (un mismo precio para todo el municipio y bonos totalmente compatibles y sin penalización con el tranvía).

Esta nueva red a nuestro juicio tiene algunos fallos, pero eso también es tema para otro artículo.

La lógica indica que hay que dejar que todo esto funcione, que se vean las mejoras, su repercusión positiva en la movilidad municipal, que el dinero empleado ha servido para mejorar la vida de los murcianos. En definitiva, ¿por qué no esperar a ver si estos tres proyectos son capaces de articular de manera segura, eficaz, eficiente y sostenible la movilidad de las pedanías con el centro urbano y de estas entre sí? Insistimos ¿No parece más razonable esperar a ver si este modo de transporte responde a las necesidades de movilidad de barrios y pedanías de una manera segura, eficaz, eficiente y sostenible antes de intentar mejorarlo con la ampliación del tranvía?

Tres. Con el cambio de Gobierno en la Glorieta, el tema de la ampliación del tranvía para llevarlo a la Estación del Carmen se ha puesto en boca de todos los partidos políticos, en las redes sociales y a nivel de usuarios. Dicha ampliación nos lleva a plantearnos al menos tres cuestiones: ¿Por dónde? ¿A costa de las pedanías? ¿Con qué dinero?

«Por dónde»: en las propuestas anteriores de ampliación del tranvía hasta la Estación de El Carmen, los autobuses de las pedanías se convertían en un modo de transporte complementario al tranvía, siendo su función la de llevar los viajeros a los intercambiadores para allí hacer el transbordo al tranvía. La primera fue desestimada 2014 por el PP tras el informe del Consejo Social Municipal de convertirlo en ‘Metro Ligero’ entre la Plaza Circular y Renfe. Ambos planes optaban por la Circular, Gran Vía, Puente Viejo, Jardín de Floridablanca. Desde allí al Rollo, Estación de El Carmen y por Marqués de Corvera al Jardín de Floridablanca y vuelta a la Plaza Circular. Había otras propuestas que se descartaron, como la que cruzaba el río por el Puente Nuevo o la que lo hacía por el del Hospital. En cuanto a la actual corporación, no sabemos por donde iría su propuesta, aunque cabe pensar será por el mismo sitio, la del Puente Viejo.

En cuanto a su afectación a las pedanías, el plan de 2014 dejaba las líneas de autobuses en la Circular, Jardín de Floridablanca (Proclamación) y en Teniente Flomesta. ¿Sigue así? Transbordo si o si y alargar el tiempo de viaje, aparte aglomeraciones en hora punta. Por otro lado, podrán usar los autobuses la plataforma tranviaria. ¿Cuántos? ¿Todos? ¿La Alberca si y Beniaján no, por ejemplo?

Lo del dinero que va a costar la ampliación no es broma. Al recorrido elegido en 2014 de 2.125 metros, habría que añadir la adquisición de 8 nuevas unidades, aparte la adaptación de las 11 actuales al sistema APS (electrificación por suelo). Todo daba un total de 70,5 millones con IVA. Precios de 2014. Para el alcalde Ballesta (La Verdad, 20.03.2021) eran 67,80 millones con siete convoyes; para el alcalde Serrano (La Opinión, 04.11.2022) hablaba de unos 60 millones y también seis-siete nuevos convoyes. Aproximadamente esas cantidades era la que costaba, sin IVA, la opción elegida en 2014.

¿Qué plan tiene el señor alcalde? Parece que el mismo y sin actualizar precios. No es serio pedir al Ministerio del orden de 20-25 millones para un proyecto del que nada se sabe públicamente. Incluso ahora aparece que no tienen que ser por la Gran Vía.

Por favor, a todos los partidos políticos y población murciana: primero adoptemos un modelo de transporte integral para todo el municipio en base a una red de autobuses tal y como está proyectado con dinero europeo. Y cuando este modelo sea insuficiente para cubrir las necesidades de movilidad, plantearse la opción de compatibilizar el bus y el tranvía.

Ahora hay quejas de que las obras del plan movilidad no se han consensuado con la población y, sin embargo, a todo el mundo le parece bien que se quiera imponer una ampliación del tranvía por las bravas sin saber sus repercusiones para la movilidad de las pedanías.

¡Un poco de cordura!

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