La Feliz Gobernación

Los camaristas se van con Vox

Que los exconcejales del PP Herrero y Ros aparezcan abiertamente en los actos de campaña de Vox es señal inequívoca de la opción que ha tomado el núcleo duro de los camaristas, y es legítimo que muchos se pregunten en el PP si el exalcalde está también en esta pomada

Comida con Luis Gestoso, candidato de Vox a la alcaldía de Murcia.

Comida con Luis Gestoso, candidato de Vox a la alcaldía de Murcia. / L.O.

Ángel Montiel

Ángel Montiel

Los pedáneos en Murcia de Ciudadanos se van al PP, pero no son los únicos que cambian de camisa. Si hay quienes están de vuelta, también quienes van de ida, o sea, que se van. Cristóbal Herrero, también llamado popularmente El Nabo, y José Ros aparecen tan estupendos en la foto que reproducimos arriba, la de una merienda que celebra el candidato de Vox a la alcaldía de Murcia, Luis Gestoso, en una de las paradas de su gira ‘Apatrullando la ciudad’. (Frente al alcaldable, éste con sombrero, los varones segundo y tercero de la fila).

En realidad, Herrero y Ros han vagabundeado políticamente desde que dejaron de ser concejales en el equipo del exalcalde Miguel Ángel Cámara y se vieron preteridos por su sucesor en el PP, José Ballesta. Desde entonces se les ha visto merodear, primero por el partido que fundó Alberto Garre, y después por las cercanías de Ciudadanos, por si colaba, pero no coló. Ahora van de oyentes de Vox, y lo cierto es que ese recorrido es más o menos idéntico al de Gestoso, de manera que no es extraño que hayan acabado en su compañía.

Herrero, Ros y otros forman parte de aquel núcleo de concejales, pedáneos y presidentes del PP en barrios y pedanías que conformaban los llamados ‘tonton macoutes’, referencia inspirada en la policía secreta del presidente haitiano Duvalier, un cuerpo leal y letal que en Murcia tenía su traducción metafórica en la obediencia y fidelidad absolutas al líder municipal. Tanto era así que Cámara parecía disculpar que se tomaran determinadas licencias que acabaron en algún escandalillo.

Los ‘tonton macutes’ fueron muy poderosos, sobre todo en pedanías, pero con Ballesta perdieron toda ascendencia de la noche a la mañana, y da la impresión de que no lo llevan bien, a juzgar porque no hay conspiración o reunión de sospechosos alcances en alguno de los intrincados parajes de la huerta murciana en que no se levante acta de su presencia o se aluda a su supuesta influencia.

El hecho de que ahora Herrero y Ros aparezcan abiertamente en los actos de campaña de Vox es señal inequivoca de la opción que ha tomado el núcleo duro de los camaristas, y es legítimo que muchos se pregunten en el PP si el exalcalde está también en esta pomada, al modo de tirar la piedra y esconder la mano. Es bien sabido que Cámara hizo lo posible y lo imposible para evitar que Ballesta fuera su sucesor, y tras la moción de censura que desbancó a éste de la alcaldía persistió a su manera para que el PP no lo recuperara como candidato para el próximo mayo. 

Además, parece obvio que Cámara, por las posiciones políticas que expresa en ocasiones, se le puede percibir en un espacio en que encajaría ideológicamente más con Vox que con el partido que lo llevó a la alcaldía.

Por tanto, que miembros relevantes de la que fuera su ‘guardia personal’ anden ahora tonteando con los abascales no parece quedar en mera anécdota.  

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