Murcia D.F.

Serrano, Ballesta y el indómito Mario Gómez

¿Acabará el Gobierno local del actual alcalde como el de Ballesta, denunciado en Fiscalía o ante la policía especializada por parte del ahora vicealcalde? Es la pregunta que flota en el ambiente de la Glorieta tras el nuevo escándalo de las sillas

Mario Gómez y José Antonio Serrano al fondo.

Mario Gómez y José Antonio Serrano al fondo. / L.O.

Lola García

Lola García

Parece que las noches de tertulia, juntos, en la casa de uno de ellos para arreglar el municipio se han acabado. Esas veladas, que sirvieron para empatizar y para caldear los ánimos de cara a la moción de censura que apeó a los populares del bastón de mando de la Glorieta es raro que se vuelvan a repetir tal y como está el ambiente.

Un nuevo escándalo de las sillas de los desfiles del municipio se cierne sobre el Gobierno local, que ha tenido que recurrir a un procedimiento de urgencia quitando las competencias para ese asunto al vicealcalde y concejal de Fomento, Mario Gómez, responsable de la contratación.

Y no por establecer esa medida de gracia para que tribunas y asientos estén puestos a finales de marzo para el primer desfile de Semana Santa (poca broma con esto que en este municipio las fiestas son sagradas). La razón de escándalo es otra y está a medio cocinar. Por un lado resulta increíble que un sencillo contrato como éste lleve tantas semanas de tramitación para ahora darse cuenta de que probablemente no se puede llegar a las fechas establecidas en el calendario de los primeros desfiles.

A qué se han dedicado los administradores de la maquinaria municipal para no poder dar salida a este contrato en tiempo y forma. A qué se han dedicado para tardar tanto en vetar a la empresa que se supone que lo ha hecho mal, un trámite que puede embarrar la tramitación de urgencia y la actual. Tanta tardanza no se entiende.

Y otra pieza del puzle. Cuándo se dio cuenta el Ayuntamiento que las dos empresas que se han presentado al concurso no parece que vayan a ser aceptadas y puede ser que quede desierto. Una por no cumplir el objeto social del pliego de condiciones y otra por tener relación con la firma que ha sido vetada por el Consistorio. Cuándo se declarará desierto y se podrá hacer la tramitación de urgencia.

Preguntas aún sin respuesta, pero con una clara advertencia la semana pasada de Mario Gómez, que se ha presentado de nuevo indómito. Ha alertado al Gobierno local de que puede incurrir en una irregularidad si se hace el procedimiento de urgencia sin haber acabado el que está ahora en tramitación. La última bala del vicealcalde si la cosa no se endereza podría ser una denuncia por prevaricación a sus socios actuales de gobierno.

Una situación que recuerda a la ya vivida con el equipo de José Ballesta que finalmente acabó en la bancada de la oposición con denuncias y acusaciones por parte de los de Cs y de los socialistas, que no se han podido demostrar judicialmente, un detalle que tiene crispados a los populares que siguen pensando en que lo suyo fue injusto y sin fundamento.

Cómo frenará el actual alcalde, José Antonio Serrano, la erupción del escándalo de las sillas si se interpone una denuncia de prevaricación por parte del vicealcalde o si se demuestran intereses empresariales intrincados con la gestión municipal. José Antonio Serrano tendrá que bregar con esa parte cerril de Ciudadanos, y poner una solución consensuada, o romper con sus socios, una hipótesis que una parte del PSOE no vería con malos ojos a la vista de que no parece que los Presupuestos Municipales de este año estén listos para ser aprobados antes de las elecciones, por lo que no necesitarían los votos de los naranjas o los de Podemos. Los socialistas siempre han criticado que las cuentas municipales no se aprueban en tiempo y forma cuando el PP estaba en el Gobierno. Ahora parece que les da igual. Por nadie pase.

Cabos sueltos

En IU, no todos contentos. El proceso de confluencia entre Podemos e IU ha sido celebrado por parte de ambos partidos, aunque hay militantes y simpatizantes que no están del todo contentos, sobre todo por las formas en la que se ha llevado a cabo esa confluencia. El acuerdo para ir juntos ha sido asumido y voceado mucho antes de que la militancia de IU-Verdes votara en asamblea esa coalición electoral. Lo que demuestra que primero deciden los aparatos de los partidos y luego consultan y se busca la coartada de las asambleas. Nada nuevo bajo el sol.

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