Pulso político

30 años de corrupción que lastran la Región de Murcia

Carmina Fernández - Vicesecretaria General y Portavoz del PSRM

La vergonzante foto de la corrupción del Partido Popular en nuestra Región tiene como protagonistas a dos expresidentes del Gobierno regional, Pedro Antonio Sánchez sentado ya en el banquillo y Ramón Luis Valcárcel, en puertas de hacerlo. Pero la larga lista de dirigentes populares de la Región de Murcia manchados por la sombra de la corrupción se ha visto estos días ampliada con la ya dimitida Yolanda Muñoz y el también expresidente de la Autoridad Portuaria y exconsejero, Antonio Sevilla. 

A estas alturas es evidente que la presunta trama de corrupción desarrollada en la Autoridad Portuaria de Cartagena, que fue denunciada por la Fiscalía hace unos días, no es, por desgracia, un caso aislado. La trama y los hechos descritos por la Fiscalía son un nuevo ejemplo de la situación de corrupción generalizada que sufre la Región de Murcia tras veintiocho años de Gobiernos del Partido Popular.

Es la Autoridad Portuaria de Cartagena, es el caso auditorio, es la desaladora de Escombreras, es Novo Carthago, es el caso Umbra, Casino, Valley, Camelot, Biblioteca, César, Liber, Valhalla… Decenas de causas judiciales y escándalos que enmarcan una forma de actuar y gobernar del Partido Popular en nuestra Región.

La corrupción del PP, que afecta directamente a las arcas públicas, es hoy el mayor lastre para el desarrollo, la imagen y el prestigio de esta Región, que el PP ha hundido económicamente por su nefasta gestión, irresponsabilidad y el despilfarro en proyectos faraónicos. En este caso, además, ha dañado a una institución como es la Autoridad Portuaria, con una importancia fundamental en nuestra actividad económica y empresarial.

López Miras es el sucesor, el heredero y guardián de los múltiples intereses y las redes clientelares que infectan la política regional en la última década. El PP ha contaminado todas las instituciones donde ha puesto la mano, gobernando la Región como si fuera su cortijo, creyéndose impunes y saltándose leyes a su antojo, en su propio beneficio y el de sus amigos.

El relato del mandato de López Miras en esta legislatura que estamos a punto de terminar no puede ser más esclarecedor de lo que significa en estos momentos el Gobierno del Partido Popular en nuestra Región. La sucesión de acontecimientos es demoledora desde el momento en que perdió las elecciones y se aferró al poder pactando incluso con la ultraderecha. El posterior escándalo de las vacunaciones que afectó directamente a su Gobierno, la compra de tránsfugas para mantenerse in extremis en el poder, las maniobras impúdicas en la Asamblea Regional para maniatar su actividad y la querella de la Fiscalía por la actuación de quienes él directamente nombró en la Autoridad Portuaria de Cartagena, son los hechos que califican por si solos su actuación estos años.  

Hemos llegado a un nivel insoportable de degradación política y de las instituciones, en el que lo único que ha importado es la supervivencia política del Gobierno del Partido Popular y su red clientelar a toda costa.

Ahora, López Miras se ha cobrado la cabeza de Yolanda Muñoz, igual que la de otros anteriormente, para intentar evitar verse salpicado en estos hechos. Tras estar casi cuatro años paseándose y haciéndose fotos al lado de la expresidenta de la Autoridad Portuaria, ha querido desentenderse de ella y hacer como si este asunto no tuviera nada que ver con él. Si embargo las imágenes, los discursos le persiguen. 

López Miras, que como siempre hace en estos casos, sigue escondido y sin dar una sola explicación de este nuevo episodio de posible corrupción que afectaría al Partido Popular, es el último responsable de la trama investigada en el Puerto de Cartagena. Por eso, este asunto no se salda con la dimisión de Yolanda Muñoz. 

Esta Región necesita pasar página, abrir una nueva etapa, abrir las ventanas y levantar las alfombras. Es imprescindible afrontar la regeneración de la vida pública en la Región de Murcia y eso pasa, inevitablemente, por sacar al Partido Popular del gobierno de la Comunidad Autónoma. 

Tras casi treinta años en el Gobierno, el PP debe pasar a la oposición para regenerarse. Y el PSOE, con Pepe Vélez, es la alternativa que necesita la Región y la única posible.

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