La Opinión de Murcia

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Lo veo así

Pity Alarcón

María del Carmen Hidalgo, una labor callada

Cuando contemplamos el espectáculo de algunos políticos en sus enfrentamientos diarios. Cuando vemos en las televisiones reflejadas las manifestaciones que tienen lugar en China. Cuando, desgraciadamente, continuamos viendo como la terrible guerra de Ucrania ocupa la mayor parte de los informativos, tenemos la impresión de que el mundo ha dejado de funcionar y solo se mueven esos focos que provocan desazón e inquietud.

Pero no, el mundo continúa avanzando, y la gente que hace de este un lugar mejor para vivir, persiste en su lucha por ejecutar sus proyectos de mejora de la sociedad. Y lo bueno del ser humano, adormecido en la guerra, en el enfrentamiento de todo tipo, emerge en muchas personas que parecen dedicar su vida a los demás, a la búsqueda de ese mundo mejor.

A veces, no nos llega la labor que profesores de nuestra tierra desarrollan en el extranjero. Labor que, lamentablemente, pasa desapercibida para nosotros, pero que es premiada por aquellos países que tienen la fortuna de contar con su colaboración. Este es el caso de la profesora murciana María del Carmen Hidalgo Baeza, que ha sido condecorada por el Gobierno de Paraguay con la Orden Nacional del Mérito Don José Falcón. Un sobreviviente del Holocausto, un protector y recopilador de documentos sobre los derechos territoriales del Paraguay, en su carácter de Director del Archivo Nacional, que da nombre a este extraordinario reconocimiento.

Y ayer le fue impuesta a esta profesora murciana, en la sede de la embajada de Paraguay en España, en Madrid, la Orden Nacional del Mérito, la distinción civil y militar más alta, otorgada por la República del Paraguay, a «personalidades merecedoras de la gratitud nacional por extraordinarios y excepcionales servicios prestados» y que en esta ocasión se ha concedido a María del Carmen Hidalgo Baeza por su labor en pro de mejorar la educación en los pueblos indígenas del Paraguay, y al padre Ángel, presidente de la Asociación Mensajeros de la Paz.

La profesora Hidalgo es socia de honor del Club Rotary de la Universidad de Murcia, y fue desde ahí donde presentó el proyecto «La educación intercultural como base para el Desarrollo Sostenible de los Pueblos Indígenas de Paraguay». Un plan que cuenta también con el patrocinio de la Comisión Nacional de España para la Unesco y cuyo objetivo es lograr que se hagan realidad para los niños indígenas de Paraguay los dos grandes objetivos de la Unesco: inserción y equidad. Algo por lo que esta enseñante, discreta y alejada de los focos, lleva luchando desde que hace años se comprometiera con la Cooperación Internacional, y tras trabajar en este tema en varios países, descubriera un lugar llamado Arroyito, en San Pedro de Lima, en Paraguay y se viera inmersa en el desafío de desarrollar un curso de Matemáticas de Formación en la Selva. Y como un curso no era suficiente, ella se comprometió a escribirles los temas, a enviárselos, a utilizar un lenguaje sencillo que pudieran entender. Y comenzó a mandarlos, y a volver en vacaciones cada año, para continuar trabajando en la solución de uno de los grandes problemas que sus alumnos tenían, además de la falta de material: el poder hacer compatibles la utilización de su lengua materna, el guaraní, con el castellano.

Y ahí continúa, trabajando intensamente en la realización de un material docente junto a Rotary Universidad y Movimiento Internacional de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría. Una asociación que ofrece oportunidades de estudio a los sectores más pobres de la sociedad,​ además de coordinar procesos de formación a profesores y gestionar un sistema de radio educativa en 21 países.

Personalidades como la profesora, Hidalgo Baeza, hacen del mundo un lugar mejor.

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