La Opinión de Murcia

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Santiago Delgado

De vuelta

Santiago Delgado

La sedición impune

Los indultos ya demostraron que todo delito, en España, tiene posibilidad de quedar impune. El indulto como arma política del Gobierno es un abuso legal intolerable, en el plano ético y moral, pero no ante la Falcon-Ideología de nuestro mendaz presidente del Gobierno. Así, ahora, para que el ciudadano Junqueras pueda presentarse a las elecciones emite la nueva ley de sedición, que deja libre de inhabilitación a este traidor a la Historia. «Es hora de echarlo», dicen algunos. Y todos los falconideólogos se echan las manos a la cabeza, aduciendo que eso es promover el golpismo. Golpismo es conculcar por dos veces la Constitución durante el confinamiento, golpismo es asaltar el Estado copando todas las instituciones que se creían libres, desde el punto de partida de la buena fe de la Constitución. Okupar esas instituciones es violar la Constitución democrática que buscaba el juego político para todos. La Falcon-Ideología aplastó esa ingenua creencia.

La nueva ley de sedición, que parte de la mentira de que nace para homologar esa ley con nuestro entorno democrático, abre la puerta a la autodeterminación, que únicamente se efectuará cuando el referéndum-excusa muestre unos márgenes lo suficientemente seguros como para triunfar. Digo seguro, no ya desde la demoscopia, sino desde la manipulación del voto en las máquinas de cómputo de votaciones. Mientras dicho cómputo no vuelva a ser manual, no voy a creer en ningún resultado electoral. La izquierda, en caso de controlar esas máquinas virtuales, nunca va a perder; nunca. Siempre creyó que la democracia verdadera es aquella en que ella, la izquierda, gana y gobierna. No hay izquierda democrática. La alternancia le repele a la izquierda.

Si la tarea es homologar la sedición a Europa (mentira flagrante), ¿por qué no empezar por una ley de okupación, que deje a España en el mismo plano que el resto de Europa, donde el desalojo es inmediato, así como la punición del okupante? Está claro que es una ley ad hominem, hecha para Junqueras y Puigdemont. Lo volverán a hacer, exigiendo el indulto preventivo, y todo lo que se les ocurra. La ley de sedición es el zaguán de la mansión de la independencia. Y la independencia no duele nada a la Falcon-Ideología, nada. Sobre todo, con el Estado en sus manos. Digo el Estado, no el gobierno, que es lo único que se dirime en las urnas.

Es el principio del fin para el Estado español. Ya quedó atrás España. El dios del Falcon tiene presupuestos ya para gobernar hasta diciembre 23; o sea, manga ancha para usar el dinero de todos en la exclusiva finalidad de mantener en el poder a la ultraizquierda (ya no hay izquierda), ad infinitum.

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