La Opinión de Murcia

La Opinión de Murcia

Espacio abierto

¡A por ellas, oé!

Gallardo Frings, consejero de Vox en el Gobierno de Castilla y León, es tan valiente que ya está borrando tuits a destajo, no vaya a ser que supongan un inconveniente para medrar en política

Ya no deberían quedarnos dudas de que Vox va a por nosotras, oé. Recientemente, mientras nos manifestábamos en denuncia por las dos últimas mujeres asesinadas en nuestro país, asesinadas debemos recordar por el simple hecho de ser mujeres, y mientras leíamos el manifiesto, un sujeto intentó silenciarnos al grito de «el patriarcado no existe». No lo consiguió. Y el patriarcado sí existe, ese energúmeno era prueba andante y vociferante de lo mismo que pretendía negar.

Si no existe el patriarcado, ¿por qué se sienten tan manifiestamente interpelados, a qué viene esa agresividad en negar algo que, si no existe, no les debería preocupar? Porque saben que sí existe y que les proporciona unos privilegios a los que no están dispuestos a renunciar. Sólo que le llaman de otra manera: le llaman familia tradicional, homosexualidad en el armario o en el psiquiatra, aborto criminal, mujer madre y esposa, hombre dueño y señor.

El patriarcado existe y es el responsable de la muerte de una media de ochenta mujeres al año. Es responsable de la desigualdad estructural que nos convierte en ciudadanas de segunda, que posibilita la brecha salarial, el techo de cristal, la conciliación a cargo de las mujeres, el puticlub a disposición del señor.

Vox en Castilla León se rearma de machismo, pero no les llames machistas que se ofenden, que ellos no son machistas, son hombres como Dios manda, de escopeta al hombro y mujer en el hogar, hombres que creen que dar mayor libertad a la mujer es ampliarle la cocina.

No hay más que echar un vistazo a los tuits de Juan García-Gallardo Frings, el abogado de Vox (trabaja en el despacho de su papá, abogado defensor en numerosos casos de corrupción en el PP) que será vicepresidente en esa Comunidad Autónoma gracias al fallido viaje al centro del Partido Popular. Veamos algunos ejemplos:

«Ser feminista es una ridiculez, más aún si no eres mujer»: el feminismo es una tontada y si encima el feminista es el hombre es que ha perdido la cabeza.

«Qué ridículo suena que las mujeres exijan igualdad de trato, cuando lo que quieren es seguir siendo tratadas igual de bien que hasta ahora»: con lo bien que les va a las mujeres y aún piden más. Es que no tienen freno.

Y qué decir de la homosexualidad:

«Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones»

«Para mí no es lo mismo un matrimonio que el mal llamado matrimonio homosexual»: Maroto silbando mientras mira al infinito.

Eso sí, Gallardo Frings es tan valiente que ya está borrando tuits a destajo, no vaya a ser que supongan un inconveniente para medrar en política.

Para Vox el feminismo debe desaparecer porque con ese patriarcado que no existe ya nos va bastante bien a las mujeres, y nuestras demandas son meros caprichos de malcriadas. En este tema Vox lleva la voz cantante y el PP le hace los coros. 

Feijóo, futuro presidente del PP, parecía que quería sacar a su partido de las veleidades ultras y llevarlo al centro. Y sí, al centro lo está llevando, pero al centro de la caverna. El gallego declaró hace unos días que la violencia vicaria tampoco existe (casualmente los conceptos que no existen son justo los que conceptualizan la desigualdad) y que se trata de eso que ellos llaman violencia intrafamiliar, un tótum revolútum donde si el hombre pega a una mujer un día, a lo mejor al día siguiente es la mujer la que golpea al hombre. Un empate en agresividad con el que se niega la violencia estructural contra las mujeres. Feijóo ha rectificado con la boca pequeña y después de una lluvia de críticas, pero ya sabemos por dónde va a ir la cosa en materia de feminismo.

Viendo el avance de Vox y la facilidad con que el PP se pliega a sus propuestas ultramontanas (o simplemente ultras) la que se nos viene encima es de órdago. Dentro del feminismo deberíamos posponer los debates que nos separan y estar más unidas que nunca. Lo vamos a necesitar.

Compartir el artículo

stats