Síguenos en redes sociales:

Salud y rockandroll

Belen Unzurrunzaga

Qué suerte tiene Pablo

Oirá las voces de los barones diciendo ‘dimite’, verá a MAR y a Ayuso cogidos de la mano a lo gemelas de El Resplandor y Abascal se le aparecerá a caballo como el Jinete Solitario

Qué suerte tiene Pablo

Un señor llamado Pablo cumplirá 90 años en cinco meses y para él, la vida ha sido bella. Así lo escribía para un periódico de tirada nacional y pronto sus palabras a muchos nos llenaban de esperanza entre tanta porquería humana. Dice Pablo que cada noche tiene la costumbre de aferrarse a uno de sus bonitos recuerdos y lo revive hasta quedarse dormido. Yo llevo haciéndole caso a Pablo antes incluso de leerle.

Otro Pablo algo más joven no podrá decir lo mismo al menos por un tiempo. La vida en política es cruel y despiadada. Pocos recuerdos bonitos debe tener a los que aferrarse hasta quedarse dormido, más bien sus recuerdos ahora y durante un tiempo le traerán pesadillas; oirá las voces de los barones diciendo ‘dimite’, verá a MAR y a Ayuso cogidos de la mano a lo gemelas en un pasillo en El Resplandor y Abascal se le aparecerá a caballo como el Jinete Solitario, pero pronto pasará, como todo pasa.

Un grupo uruguayo, el Cuarteto de Nos, cantaba hace unos años Nada es gratis en la vida. Quien piense que lo sucedido en las últimas semanas en el Partido Popular es sólo fruto de espías marca ACME e indicios de corrupción del hermano de la estrella del rock en la Puerta del Sol, es que no ha entendido nada, el primero el propio Pablo: «He podido hacer algo mal, pero no he hecho nada malo». 

La directiva saliente pensó que sanear un partido por dentro era imponer en los territorios a sus afines con calzador, empezamos mal. Si a esto le sumas la falta de liderazgo de Pablo, los bandazos que fue pegando como líder de la derecha desde la foto de Colón, una estrategia de comunicación a rebufo de la extrema derecha, pérdida de votos, o la guerra de poder retransmitida en directo en las últimas semanas apuntando directamente a la beatificada y santificada por la militancia, simpatizantes y votantes, Ayuso, pues tus horas están contadas. 

Siempre he creído que la crítica, si es constructiva, es necesaria y esto escasea en política. Será el miedo a perder poder o los cargos, pero en estos cuatro años de caída en picado del Partido Popular, pocas o ninguna voz crítica desde dentro he escuchado, nunca es tarde. No todo está perdido cuando han sido capaces de reaccionar y llamar al salvador con sentidiño para que venga a poner orden y a arreglar el solar que han dejado. 

El panorama político se pone interesante o al menos diré que sube un poquito el nivel. Yolanda empieza un periodo de consulta por el país, la extrema derecha ha rebajado el tono al saber que llega el gallego, y el Partido Socialista bastante tiene con una pandemia, un volcán y ahora… 

Cuando estábamos pegados a la actualidad de la guerra en el Partido Popular y éramos felices, llega la guerra de verdad y se apagan los focos en Génova. Sonido de sirenas, amenazas nucleares de un loco sin escrúpulos que está atemorizando al mundo. Estamos siendo testigos de una invasión en directo, me quedo muda al ver las familias en el metro, las caras de los niños y niñas en refugios junto a sus padres, el caos, las caravanas de coches intentando huir del país. Y, mientras, nosotros ponemos banderas en edificios, sacamos de Eurovisión a Rusia y ponemos sanciones. Menos mal que aún me queda esperanza al ver a ciudadanos en las fronteras esperando al pueblo ucraniano para acogerles o al pueblo ruso manifestarse contra el señor de la guerra. 

Me duele el drama humano que está ocasionando el fanatismo, el poder y la maldad, no hemos aprendido nada a lo largo de la historia. Pablo, el señor que cumple 90 años en unos meses, tiene la suerte de atesorar recuerdos que le llevan a bonitos momentos; quienes sufren el horror en Ucrania o en otros lugares del mundo por culpa de las guerras no tendrán la misma suerte que Pablo.

Pulsa para ver más contenido para ti