No hay mejor encuesta que la de población activa. Y sus números no admiten cocina, aunque a algunos parece que los buenos datos se les indigestan. Los mismos que les gustaría ver, por un motivo u otro, a España en la lona.

Me da vergüenza como periodista comprobar cómo algunos medios nacionales ocultan a sus lectores, radioyentes y televidentes lo que, con permiso de la pandemia, es la información que cualquier persona de bien anhela y desea para todos: empleo.

Pareciera que ha sido llegar este Gobierno y que el continuo descenso de paro, como en el caso de una Región de Murcia que se aleja de los 100.000 que pesaban sobre todos nosotros como una losa, ha dejado de tener interés.

Como en cualquier economía, son los datos del empleo los que determinan su evolución. Ya sé que a algunos les interesa más el devenir del Ibex o la fluctuación de las criptomonedas o, por supuesto, si les van a tocar el bolsillo con impuestos, pero donde realmente nos la jugamos es en la reducción del paro.

Y, por tanto, ahí van las cifras, cosechadas récord tras récord en cada mes: España creó 840.700 empleos en 2021. La mayor ganancia de trabajadores desde el 2005, año especial porque se produjo una necesaria regularización masiva de inmigrantes.

El número total de ocupados alcanza los 20.200.000, acercándose a la cifra de un 2007 previo a la burbuja inmobiliaria.

La tasa de paro, por su parte, descendió al 13,33%, dos puntos menos que hace un año, tras reducirse en 615.900 desempleados, marcando el mínimo de los últimos 13 años.

Todo ello en medio de una crisis pandémica que, no hace falta ser adivino, se hubiera resuelto en otros términos laborales de haberse aplicado otras políticas. Ya saben, los primeros en caer, hasta ahora, siempre eran los mismos. Por una vez los derrotados salen vencedores con más empleo, salarios y estabilidad…y que siga pues la riqueza real consiste en que nadie se quede atrás.