Que difícil ha resultado respirar tranquilo en España durante 2021. El volcán Cumbre Vieja situado en el centro sur de la isla de La Palma, que ha afectado a seis municipios y nos ha mantenido tensos y preocupados durante ochenta y ocho días.La política española ardiendo por los cinco costados, izquierda, derecha, centro, extrema izquierda y extrema derecha ante los próximos acontecimientos electorales.

Y la pandemia originada por el Covid 19, en su variante Omega, que ha vuelto a angustiarnos otra Navidad más, nos han hecho contener la respiración muchas veces a lo largo de los trescientos sesenta y cinco días del pasado año.

CUMBRE VIEJA. Cumbre Vieja ha cesado y, como todos los procesos naturales, un volcán no es malo en toda su magnitud. La belleza paisajista, la flora y fauna generada en su entorno atraerá el interés turístico en la isla si no compensando si al menos mitigando los graves daños producidos por su erupción, con independencia de las ayudas públicas que necesariamente se les ha de facilitar a los canarios para resarcir sus pérdidas millonarias. Si el agua es necesaria para la vida, está científicamente demostrado cómo el vulcanismo brinda la aparición de acuíferos y manantiales contenidos en las rocas volcánicas, favoreciendo a la ganadería, agricultura y medio ambiente.

LA POLÍTICA ARDE. Los efímeros gestos de Bildu y las palabras de Otegui sobre las víctimas del terrorismo de ETA pronunciadas el 18 de octubre se tornan en homenajes a los criminales de la banda terrorista en la actualidad; las decisiones judiciales sobre los dirigentes separatistas catalanes que dieron con su cuerpo en la carcel no amedrentan a unos ilusos regidores henchidos de una secesión infumable historica y políticamente; ni la justicia española logra soslayar las decisiones de los tribunales europeos que impiden la entrega de ese inmigrante de lujo albergado en Waterloo, llamado Puigdemont, también conocido por ‘Tocomocho’.

En otro orden de cosas, los españoles sufrimos cada día la subida de impuestos, una tasa de paro insoportable, la energía eléctrica más cara de la UE y un Gobierno de la nación con veintiún ministerios de multicolor ideológico presidido por un personaje que pasará a la historia de España como ‘Pedro el Cautivo’, sucesor y producto de quien por no adoptar nunca una decisión ya se le conoce como Don Tancredo.

El presidente Sánchez es incapaz de alejar a los españoles de una situación económica y socialmente agobiante,políticamente impresentable y moralmente mezquina, donde el insulto y la descalificación permanente es una constante parlamentaria de la que lejos de renunciar alardean unos y otros.

COVID 19. Pese a los nuevos brotes originados últimamente por la variante Omega del virus y las dudas que sigue generando no tener un total conocimiento del Covid 19 y sus distintas modalidades, la mayoría de los expertos vaticinan que se va a seguir mejorando.

Ante la situación que acabo de describir, trasladar deseos de felicidad para el nuevo año a todos cuantos habitan esta Región no deja de ser un atrevimiento cargado de buena fe por el que la expresa y, por tanto, aunque pueda ser asumida con tedio, no estará desprovista de comprension angelical que espero para quien la recibe.

En todo caso , no debemos olvidar que los procesos volcánicos se repiten; que una democracia viciada por la corrupción política es como un volcán, oculta los materiales incandescentes de su propia destrucción y cuando entra en erupción el humo primero y la lava después empiezan a aparecer en lo más alto inundando cuanto tiene a su alrededor.

A mayor abundamiento lejos de derivar algún tipo de beneficio, como los volcanes, el aprovechamiento en interés propio de los gobernantes insolidarios lleva a la sociedad a la desconfianza y, siendo la confianza el cimiento de la democracia, al derrumbe institucional de los pueblos y a la ruina moral de sus ciudadanos.

Y en cuanto a la pandemia, admitamos que no la generan los políticos, otra cosa es como la administran los gobernantes.

Así que apliquémonos a la ardua tarea de relanzar nuestra nación, de calamidades anteriores hemos salido. Con ese deseo de fondo para 2022, España, recibid mi más sentido abrazo.