Según el balance del Gobierno regional sobre la visita a la Región de Murcia del comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, con motivo de la última crisis del Mar Menor, este expresó que «no hay nada que reprochar al trabajo que se está haciendo ahora», refiriéndose a las Administraciones.

No sabemos a qué trabajo se refería exactamente el comisario con esta frase, aunque viniendo la referencia del Gobierno regional y dada la ambigüedad de la misma es lógico pensar que la expresión atribuida al comisario es, más bien, una interpretación libre de López Miras para blanquear su gestión de la crisis del Mar Menor con el supuesto apoyo de la Comisión Europea.

No obstante, la cuestión no es reprochar o no, sino exigir a López Miras el cumplimiento de la ley, empezando, por ejemplo, por recordarle al presidente regional que Murcia, junto con otras CC AA, está incursa en un expediente sancionador abierto por la UE a España por el incumplimiento sistemático de la directiva contra la contaminación por nitratos de origen agrícola. Prueba de esta actitud, que continúa, es el retraso incomprensible de la puesta en práctica por el Gobierno regional de las medidas correctoras que prescribe dicha directiva.

Así, la aprobación de Programas de Actuación para prevenir y reducir la contaminación causada por nitratos sigue sufriendo retrasos continuos y el nombramiento de los miembros de la Comisión de Seguimiento que evalúa y controla dichos Programas ha tardado tres años y medio en producirse (diciembre 2019), estando ésta constituida por orden de la consejería de Agricultura desde junio de 2016.

Espero también que el comisario haya recordado a López Miras que la presión del regadío intensivo, su extensión más allá de lo legalmente permitido y el uso indiscriminado de fertilizantes nitrogenados, procesos alentados y consentidos por el gobierno regional y la Confederación Hidrográfica del Segura, son la causa directa del estado actual de la laguna y que es necesario actuar con prontitud restituyendo los regadíos ilegales a su estado natural anterior.

Y ya puestos, quiero confiar en que Sinkevicius haya pedido alguna explicación al presidente de por qué la dirección general del Mar Menor no cuenta con el personal necesario y ha ejecutado solo un tercio de los 30,5 millones de fondos europeos presupuestados por la Comunidad autónoma en el trienio 2018-2020 (Cuenta General CARM), destinados a medidas para la recuperación de la laguna. Quizá en la próxima visita.