"Hay tal desigualdad económica y entre mujeres y hombres que no podemos hablar casi de progreso moral. Lo ha habido, pero es raquítico al lado del científico y técnico". Ana de Miguel, filósofa.

Son muchas las áreas de la moral en las que ha habido estancamiento. Por poner un ejemplo claro, basta ver lo que está pasando en el aeropuerto de Kabul con la salida precipitada de los estadounidenses tan semejante a lo que pasó en Saigón hace 41 años con otro abandono precipitado en el que dejaron en la estacada a tantos y tantos colaboradores que temían por su vida, entonces amenazada por el Vietcong y ahora por los talibanes. La desigualdad entre hombres y mujeres —y no solo económica— muestra un claro camino por el que dirigir nuestros pasos si queremos una sociedad más justa y mejor. Pero para cambiar las cosas hace falta convencimiento.