Es curioso cómo se graban en el recuerdo las cosas más nimias. Hoy me vienen a la memoria dos pies de foto que leí de niño, bajo las fotografías de sendos actores, en una revista de programación televisiva. En la primera se decía: «Curd Jürgens, el peor actor mejor pagado». En la otra: «El feo, pero atractivo, David Niven». Si después de tantos años recuerdo esas frases, creo que es porque ambas contienen una paradoja. En particular, no podía entender entonces que alguien pudiera ser feo y atractivo al mismo tiempo: eso subvertía mi sistema de categorías.