Angustia, silencio, zona restringida, quirófanos, prohibido el paso. Puertas que se abren y se cierran, batas blancas, uniformes azules, gorros y mascarillas. No pasa nada, pero sí pasa. Por más tiempo que paso aquí, no me acostumbro, siempre hace frío, como en la sección de congelados de las grandes superficies. Esta vez vengo preparada, llevo una camisa. 

Son las 10,48, aún no sé nada, escribo para que el tiempo pase rápido, para ocupar la cabeza, para no pensar. Se se vuelven abrir las puertas, sale y entra gente. La sala de espera es grande, somos cuatro personas, hay silencio, miradas al suelo, sigue haciendo frío. Tengo los nervios agarrados al estómago, siempre me pasa, es el miedo, lo conozco bien, no pasa nada, pero pasa.

Sale gente, el corazón se acelera, llaman a los familiares de Josefa, se levantan, dos hermanos, no se han dirigido la palabra en el rato que hemos compartido espacio, el cirujano les habla, todo ha salido bien, escuchan atentamente, antes de irse entran en la sala, nos desean suerte, se van. Nos quedamos otra señora y yo, ella parece que corrige exámenes. Seguimos en silencio, son las 11,21, sigo sin noticias, miro twitter, me da mucha pereza, cierro twitter. Lloro, siempre me pasa, odio la sensación de angustia, sé que es irracional, pero es inevitable, no pasa nada, pero pasa. 

En momentos así pienso estupideces como por qué no tener a alguien al lado que me diga que todo va a salir bien, sentirme protegida, apoyar mi cabeza sobre su hombro y cerrar los ojos. Estoy cansada, tengo sueño, al segundo me digo que soy idiota, que es el miedo ,y se me pasa. 

Son las 12, 00, familiares de Unzu… (el cirujano lee bien el apellido), me pide salir de la sala, sus palabras me tranquilizan: «Todo ha salido bien». Respiro. Vuelvo a la sala de espera, la señora que corregía se empieza a poner nerviosa, nadie le dice nada, me habla, fue la primera en llegar. Me vuelvo a sentar, respiro, vuelvo a llorar, la tensión, no pasa nada, pero pasa. Sale el celador, le dice a la señora que corregía que va para largo, ella lo asume y se sienta mientras sale papá, impresiona verle, betadine, puntos por todas partes, fuck carcinomas. 

Llegamos a casa, va todo vendado, ella espera en su sillón, él besa su frente, se sienta a su lado, le coge la mano: te dije que volvía pronto, cariño. La vida, donde no pasa nada, pero pasa.