Humilde reflexión para los días después

De todas las causas sociales y políticas disponibles quizá solo haya tres a la altura de un cambio de civilización: la lucha contra el cambio climático, la emancipación universal de la mujer y la asimilación controlada de la tecnología. Aunque la tentación de ponerse épicos sea grande, pues a fin de cuentas es un privilegio vivir el tiempo en que esos retos gigantescos hacen acto de presencia, la realidad es que hasta ahora solo hemos acreditado nuestra insuficiente capacidad para afrontarlos. En el caso de la emancipación femenina los indudables avances en los países desarrollados (en los que tampoco falta algún desvarío) van generando una especie de rencor de fondo dentro de ellos y sobre todo en los demás, mientras bloques institucionales completos, como la Iglesia, los ejércitos y gran parte del mundo de la empresa tratan de seguir al margen haciendo pequeñas concesiones.