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Así lo veo

El feminismo de arrogancia y ceguera

Desde que me reconozco, soy feminista. Pero este feminismo que nos venden ahora me produce tristeza y también algo de indignación

El feminismo de arrogancia y ceguera

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, manifestó días pasados que ‘no ha lugar’ a las manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer, el próximo 8 de Marzo, recordando que estamos en una situación de pandemia y haciendo un llamamiento a la ‘responsabilidad’. Declaraciones que hacía en la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial de Salud. Rueda de prensa en la que se le recordó que el año pasado, tras su presencia en la marcha del 8M, la ministra confirmaba su positivo por coronavirus.

Quizás por su propia experiencia, y seguramente porque las cosas en este país no están para tomárselo a broma, lo cierto es que la ministra de Sanidad fue muy contundente a la hora de hablar de este tema advirtiendo ‘sin ningún tapujo’ que para «seguir con la cultura de cuidado y prevención», la situación actual no permitirá llevar a cabo los actos para conmemorar el Día de la Mujer.

Imposible hacer unas declaraciones más claras. Declaraciones que, teniendo en cuenta que vienen de la máxima responsable de sanidad del país deberían ser tenidas en cuenta por los ciudadanos con un mínimo de sentido común. Pero este parece ser el menos común de los sentidos para quienes no quieren ver más allá de sus intereses personales. Más allá de sus pequeñas y, mucha veces, miserables vanidades.

Y esto es lo que, al parecer, le está ocurriendo a algunos grupos feministas de la Comunidad que, según parece, se mantienen firmes en su determinación de salir a las calles el próximo lunes para celebrar el 8M. Celebración que puede ser pospuesta para más adelante y conmemoración que puede ser celebrada con otro tipo de actividades que no lleve consigo el peligro de juntarse la ciudadanía, y que como ocurrió el año pasado, propague el virus que se mantiene de forma clara entre nosotros.

Pero, según leemos, ni las palabras de la ministra de Sanidad, aconsejando que no se lleven a cabo actos multitudinarios debido a la situación sanitaria, ni las del consejero de Salud de la Comunidad, Juan José Pedreño, anunciando que enviará una carta a la delegación del Gobierno en la Región de Murcia en la que le aconsejará no autorizar la celebración de manifestaciones en la vía pública, parecen hacer mella en las responsables de algunos de estos colectivos que, permítanme que les diga, están dispuestas a actuar con una absoluta irresponsabilidad.

En LA OPINIÓN, días pasados, Olvido Garrido, portavoz de Movimiento Feminista, ignoraba las palabras de la ministra de Sanidad y hacía un llamamiento a las mujeres para manifestarse este 8M, porque según ella, «cada uno pide lo que le parece, pero los ciudadanos hacemos lo que nos parece más oportuno», para añadir que «los gobernantes quieren aprovechar la covid para romper los movimientos sociales, los movimientos feministas», porque, al parecer, «quieren silenciarnos». Es decir, una señora, cuya larga trayectoria profesional y política nos habla de una mujer comprometida con la sociedad y con el feminismo, y que el año pasado, el 8M, se contagió de covid por estar ahí, celebrando ese día, ahora «quiere aprovechar el Covid para romper los movimientos feministas» y «silenciarlos». Así mismo.

Desde que me reconozco, me reconozco feminista. Desde que trabajo, y lo hice aún en época de estudiante, he defendido, con esfuerzo el feminismo, que no es otra cosa que «un movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres», y creo que algo conseguí en esa lucha.

Que ahora nos vendan un feminismo de arrogancia y ceguera me produce una profunda tristeza y, si me apuran, algo de indignación también.

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