La pandemia del Covid-19 no es sólo una cuestión sanitaria, sino que está provocando una profunda revuelta en la economía y en la sociedad. Y en las mujeres, que además de cargar en la mayoría de los casos con las labores de cuidados, conciliar su vida laboral con la familiar, el perjuicio ha sido mucho mayor. Sobre todo en aquellas que siendo víctimas de violencia machista han sufrido un doble confinamiento.

La excepcionalidad de esta circunstancia nos llevó desde la dirección general de Mujer y Diversidad de Género de la consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social de la Región, a adaptar y reforzar toda la red de recursos de asistencia a víctimas de violencia de género, sin dejar a un lado el trabajo diario por romper con las desigualdades existentes entre hombres y mujeres y a visibilizar la diversidad de género.

Durante el confinamiento se han mantenido los servicios y recursos, creando nuevos programas y campañas de sensibilización, mejorado los protocolos de actuación e innovado con otros nuevos más concretos y adaptados a las circunstancias, como proporcionar alojamiento a las mujeres del contexto de la explotación sexual.

Sólo en los veintidós Centros de Atención Especializada para Mujeres Víctimas de la Violencia de Género (Cavis) y en los siete Puntos de Atención Especializada (Paes) de los que dispone la Región de Murcia, 7.200 mujeres recibieron atención entre marzo a junio del año pasado, casi un 136% más que en el mismo periodo de 2019, reflejo de la implicación de los profesionales en la asistencia que dan a las mujeres víctimas, pero también a sus hijos e hijas. Somos conscientes de que sin la constancia y la disponibilidad de los miembros de la asesoría jurídica, los trabajadores sociales y los psicólogos, nada de esto habría sido posible.

Ningún profesional ha cejado en su empeño por cubrir posibles situaciones de desamparo. Ellos se han convertido en los verdaderos protagonistas, así quisimos visibilizarlo el mes de noviembre con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, 25N, y nos decidimos especialmente, tras escuchar sus demandas, por dotarles de herramientas de autocuidado y gestión del estrés y emociones; así como seguir ahondando en su formación y reciclaje.

Pero no solo los y las profesionales, la ciudadanía está llamada a acompañar a quienes atraviesan por una situación de violencia machista o de discriminación por razón de género, por eso nuestras políticas van encaminadas a mejorar su calidad de vida y a promover la igualdad en la sociedad murciana. Este camino debemos de recorrerlo todos y todas.

Precisamente por ello hemos puesto en marcha diversos proyectos que han sido fundamentales para estar más que nunca con todas aquellas mujeres que lo han necesitado, brindándoles todo nuestro apoyo y acompañándolas de forma individual.

En este sentido, cabe destacar la puesta en marcha del primer dispositivo de acogida temporal para mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual. Este último, un punto pionero que aloja, mantiene y da cobertura a las necesidades básicas, a la atención social y educativa a mujeres que provienen de los contextos de la explotación sexual y trata, así como la de sus hijos e hijas que son también víctimas de la violencia de género.

Los menores son en muchas ocasiones los grandes olvidados; sin embargo, en la consejería los tenemos muy presentes. Desde el Servicio de Atención Psicológica Especializada para Menores Expuestos a la Violencia de Género (Sapmex) se atendieron en 2020 a más de 270 nuevos menores expuestos a esta lacra.

Nuestro objetivo es garantizarles una vida sin temor, tratar cada una de sus necesidades para mejorar las repercusiones emocionales, cognitivas y sociales, que pueden tener en su desarrollo al ser testigos de escenas tan terroríficas como las que viven en sus casas.

La comunidad suma a día de hoy once casas de acogida. También la destinada a mujeres y madres gestantes, y la recientemente inaugurada para mujeres víctimas de violencia de género con problemas de salud mental.

Todos estos recursos, en los que se ha puesto una especial atención, han nacido con la única intención de abrir una puerta a mujeres que se encuentran en situaciones muy vulnerables y que tienen derecho a optar a una segunda oportunidad.

Garantizar el alojamiento de estas mujeres, poniendo además en marcha programas socio-laborales que avalen su autonomía frente a la vulnerabilidad o la exclusión social. Como decía, les ofrecemos los servicios de cuidado y atención inmediatos, así como asesoramiento legal y orientación psicológica. Porque solo así se verán a ellas mismas como personas capacitadas para desarrollar su propio proyecto vital.

La empleabilidad es fundamental para que lo consigan. Como ejemplo, entre las distintas colaboraciones con entidades de empleo que se establecen desde la dirección general de Mujer y Diversidad, como novedad nació la colaboración actual con la Federación de Organizaciones de Mujeres de Lorca con su ‘Proyecto Carmen, reinserción laboral y acompañamiento emocional’, que ha dado lugar a que cinco mujeres accedan al mercado laboral, y una de ellas se lance al emprendimiento.

Obtener la igualdad pasa, entre otras cosas, por poner fin a la violencia de género. Vamos por el buen camino. Trabajando de forma trasversal, implicando a otras consejerías y a diversas entidades para entre todos alcanzar este objetivo.

También el recientemente constituido Observatorio de la Igualdad está trabajando en esta línea. El conocimiento y la experiencia de todos sus miembros en la materia que nos ocupa darán a conocer más detalladamente la realidad de la mujer en nuestra sociedad, y con ello, nuevas herramientas a desarrollar por y para la igualdad.