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Enamorado de mi profesión, de mi tierra y de mi país, a pesar que éste no nos hace ningún caso ni a aquélla ni a mi Región. Masoquismo tal vez; amor inquebrantable, seguro. Somos la Comunidad autónoma menos valorada, al menos económicamente por las arcas del Estado desde hace mucho tiempo. Salimos en la tele nada más que para noticias malas, estamos por aire y por tren incomunicados prácticamente. Es una vergüenza que siendo la séptima capital de provincia en importancia de España, las seis primeras y las ocho siguientes a nosotros, esto es hasta la quince, todas tienen AVE y aquí, a mi Región no llega ni de coña. Y no pasa nada. ¿Dónde se quedó el tan proclamado y exigido como necesario Corredor del Mediterráneo? El Delegado del Gobierno ha dicho que Murcia estará bien comunicada. Lo creo y me anima.

Tras esa primera cuestión, la de la incomunicación sobre todo del AVE y del aeropuerto en condiciones (pues para ser justos en carreteras estamos muy bien), la segunda cuestión es el problema del agua, con o sin avionetas, que ni ha llegado, ni llega, ni se le espera. Un gran pacto nacional por el agua, como si ésta no fuera un bien de todos. No queremos migajas ni donaciones altruistas, solamente lo nuestro, es decir el agua que es también murciana.

Y si hablamos de otra faceta que me afecta también directamente, la Justicia. Para qué contarles que ustedes no hayan sufrido en sus propias carnes. Lenta y seguimos estando, a la cola de ratio de jueces por habitantes, respecto a Europa. Y decía hace poco el presidente del Tribunal Superior de Justicia, TSJ, de Murcia que los jueces destinados en esta Región ponen más resoluciones que la media nacional y a pesar de eso no se satisfacen las necesidades de los que demandan justicia. Cuando para un asunto más o menos delicado (familiar) te ponen la vista un año después, algo muy malo está pasando. Eso sí, estamos a la par de las demás Comunidades Autónomas en lo tocante al desastre de la informática. Leo que el Registro Civil de Cartagena ha tenido que suspender citas y hasta bodas por esos fallos informáticos. Y no pasa nada. Bastante bueno es el ciudadano español en general y el murciano en particular cuando no exige que un servicio público tan esencial como es la administración de Justicia funcione correctamente y sea tenida en cuenta en los Presupuestos Generales del Estado casi tan bien como las subvenciones a las propias Comunidades autónomas.

Pues a pesar de todo, quiero a mi país, a mi Región y a la Justicia. Y como no tengo un cargo de responsabilidad, más o menos político o de gestión, no tengo por qué poner paños calientes y decir que todo funciona bien. Mejor es denunciar las imperfecciones para que se arreglen, o al menos para que se sepa que los primeros que queremos que esto funcione somos los que estamos dentro de esa Administración. Pero para ello se necesita que no sea ninguneada más y, mientras tanto, seguiremos tratando de hacerlo lo mejor posible aunque sepamos que con esta falta de personal y de medios materiales no se podrá conseguir. Y lo que es peor, que Europa y el pueblo español piensan que la Justicia en España no es independiente, sobre todo en relación al Ministerio Fiscal, que por su estatuto es jerárquicamente dependiente, Cuestión que junto con prestarle más atención económica y personal a la Justicia debería ser una de las prioridades de cualquier Gobierno. Pero mucho me temo que dentro de diez años, si sigo escribiendo, haré la misma reflexión acerca de la Justicia.

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