Síguenos en redes sociales:

¿Sanidad para todos?

Desde la infancia nos enseñan; primero a creer lo que nos dicen las autoridades, los curas, los padres... Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. José Luis Sampedro.

Tal y como queda recogido en los diferentes organismos internacionales (ONU, OMS, etc.), así como en la propia Constitución española (art. 43), la salud es un derecho básico de las personas. Todas y todos deberíamos tener acceso a atención sanitaria, independientemente de nuestra situación socioeconómica y administrativa (con o sin papeles). ¿O es que acaso la no tenencia de autorización o permiso de residencia te convierte en ´no persona´?

Pero la triste verdad es que la realidad en la que vivimos es otra muy diferente, y no hablo de países con índices de desarrollo menos avanzado que el nuestro. Me refiero a lo que ocurre en nuestro territorio, en nuestra Región.

El RD-L 16/2012 marcó un punto de inflexión en la política sanitaria española, acabando con el sistema de acceso universal a la sanidad. Este Real Decreto y las normas que lo han ido desarrollando introduce la figura de asegurado y beneficiario frente al de paciente o ciudadano, y excluye del sistema por primera vez a un grupo de ciudadanos tan numeroso como poderosamente real: las personas inmigrantes en situación irregular, lo que podemos considerar tan excluyente como grave en cuanto a derechos sociales. Los cálculos iniciales barajaban la cifra de unas 900.000 personas sin tarjeta sanitaria.

Una consecuencia importante de la citada exclusión sanitaria es la que se produce desde el punto de vista epidemiológico y de prevención de la Salud en cuanto que conduce inexorablemente al aumento de enfermedades infectocontagiosas (tuberculosis, VIH, etc.) no solo entre la población excluida sino en la población general.

Gracias a las presiones y movilizaciones de colectivos sociales y organizaciones profesionales que no han parado de exigir el cese de esta exclusión en la Región, se consiguió que el Servicio Murciano de Salud introdujera un ´parche´ para dar cobertura, al menos formalmente, a esta población (Instrucción 2/2006, febrero de 2016). Reflejado en el Observatorio de Exclusión Sanitaria de la Región de Murcia, la iniciativa fue impulsada por la Asociación de Usuarios de la Sanidad de la Región de Murcia junto a la Sociedad Murciana de Medicina de Familia y Comunitaria (SMUMFYC) y apoyada por 22 organizaciones sociales y los Colegios Profesionales de Enfermería y de Trabajo Social de la Región de Murcia, así como la Marea Blanca.

Se trata de una medida claramente insuficiente y que ha tenido, además, grandes problemas en cuanto a su aplicación real (tanto en lo que se refiere a la información así como a la metodología administrativa de ejecución).

Hay muchas más cuestiones a tratar, también de vital importancia, para recuperar una sanidad pública de calidad. Hablo del copago farmacéutico, las listas de espera, el control y la transparencia de la gestión de los recursos sanitarios públicos, la revisión de los conciertos con la sanidad privada y un largo etc.

Pero, siguiendo los pasos de las experiencias de otros territorios, como es el caso de la Comunidad Valenciana, donde ya es una realidad y una demostración palpable de que ´sí se puede´, debemos empezar por el principio básico, que es una Sanidad Pública Universal y gratuita para todas las personas que viven en nuestra tierra, sin exclusión.

Desde la candidatura de Juntas Podemos tenemos la certeza que la gestión que se ha hecho hasta el momento en materia de sanidad por el equipo de Podemos es manifiestamente mejorable, y proponemos establecer un programa de objetivos organizado, documentado y conectado con las aportaciones de los círculos de salud, que presente propuestas concretas tanto a nivel parlamentario regional como municipal, así como la necesaria colaboración y participación en los diferentes foros y plataformas que defienden la Sanidad Pública y por consiguiente los derechos básicos de la ciudadanía de la Región de Murcia.

Por esas razones nos sumamos a la exigencia de: NO APLICACIÓN DEL RD 16/2012 en la Región de Murcia. Derogación total del RD-L 16/2012. Derogación total del mismo a nivel estatal. Sanidad pública, universal, gratuita y de calidad.

Trabajemos por ella entre todos€ para todos.

Pulsa para ver más contenido para ti