Me había prometido a mí misma no hablar hoy ni de política (mejor ni nombrar la 'bicha', ni a nuestro salvador teniendo tan cerca la Semana de Pasión); ni de protestas con tractores (que ya les vale a los políticos que no se ganan el sueldo y fuerzan estas situaciones); ni de otro salvador, esta vez en forma de cowboy americano, que ha sacado a pasear sus bombas (y que conste que no apoyo, ni por asomo, el uso que se ha hecho de armas químicas en Siria). Todos, acontecimientos de esta semana. Me había propuesto hablar de lo más inminente para mí: estos días que vienen de, perdonen la modestia, merecido descanso en forma de vacaciones para desconectar, pasear por la playa o por el campo, recibir a las amistades que siempre se acercan por estos lares del sureste cuando llega cualquier periodo vacacional, y disfrutar de la familia, que se lo merecen todo por el aguante que tienen... Me había propuesto, en fin, desear a todo aquel que va a tener mi suerte un buen descanso, desconexión a tope de los líos que nos rodean, y disfrutar al máximo del tiempo libre, estén donde estén, y hagan lo que hagan. Si lo he conseguido, me alegro. Si no, mis disculpas.