Hay playas que no se pueden dejar de perdonar ni un solo verano. Playicas de cabecera, en las que al menos una tarde hay que pasar. Somos muy de baño al atardecer y secarnos sin toalla, y para eso lo mejor es tu playa fetiche, que además, no suele nunca ser la que tiene más a mano, que parte del encanto, como el arroz pasada la hora, es ése, ir allí, a cásico hecho. Hoy un siete playas, en el que faltan demasiadas, y vamos a tratar siete clásicas€ Así que vamos a darle uso a las redes, y por favor, que de este artículo salgan cientos de propuestas, que trataremos de meterlas en la próxima lista.

1. Calblanque. Si hay una playa para dominarlas a todas en la Región es Calblanque. No creo que hubiera dudas en una votación, y no voy a ser yo quien lo ponga en duda. Si hablas de playas en la Región y no citas Calblanque es que a tu medida le falta criterio, sí o sí. Un baño en Calblanque a primerísima hora de la mañana, incluso en un día de esos en los que toca currar y sales de noche para llegar a tu hora a la oficina es una de esas maravillas que tenemos al alcance de la mano en esta bendita tierra. Allí vive para siempre mi prima Maui, y allí volveré todos los años, al menos, una vez.

2. El Pudrimel. Es mi playica, y tengo que decir que los niveles de baños top cada verano rozan el pleno semanal. Aguas cristalinas, las más transparentes de todas, donde los barcos deciden esconderse para disfrutar de un baño único en La Manga, tiene peros, como la falta de chiringuitos a pesar de ser playón o el olor algas que se pudren bajo la arena, de ahí el nombre€ Pero compensa. El baño a media tarde, tras el bolo futbolero de rigor, esencia del veraneo murciano.

3. Puntabela Las calicas de Bolnuevo son muy de baleares. Con accesos sencillos y apartadas, hasta en verano puedes darte un bañico a solas en aguas cristalinas, y fresquicas, que el mar abierto de Mazarrón tiene ese lujo en esta nuestra Costa Cálida. Entre ellas, Puntabela, la calica fetiche de mi compadre Álvaro no podía faltar en la relación. Prueben a dejar un tomate gordo un rato en el mar y luego a comérselo a bocados. Gloria bendita.

4. Cala Blanca. Entre Cabo Cope y Calnegre están las mejores playas vírgenes de la Región de Murcia. Son playas trazadas por Dios para pasearlas al final del verano. Darse el capricho de ir de una en una bañándose en aguas turquesa, entre piedras lisas y el mar abierto es un lujo a menos de una hora de la Gran Vía de Murcia. De todas ellas, Cala Blanca es como la guindica de la tarta. Coqueta y sencilla, escondido el mar sobre una galletica de cristal, baño inolvidable.

5. La Llana. Los hay que reivindican La Llana como la playa de Murcia. Por encima de Calblanque€ Bueno, no les falta razón. La Llana es una playa que rezuma historias de amor y moticos pequeñas en los setenta. A raticos suenan los Beatles, y la brisa quita el tiempo allí, donde los mares se dan un besico y las cañas mecen el solecico, y todo sabe a cielo. El paseo de vuelta, si está anocheciendo, es único en el mundo.

6. Cala del Pino. Digan lo que quieran, pero los que nos hemos bañado en los embarcaderos de la Cala del Pino en los ochenta no podemos escribir un artículo de siete playas sin citarla. No había en el Menor playa con más fondo, ni más limpia, ni más coqueta. Con las islas a la mano, y los mújoles revoloteando, al son de las chicharras de los pinos, allí parece que naciera el manantial del Mar Menor. Y arena fina.

7. Cala Honda. No dejen de bajar. En Garrobillo, término municipal de Lorca, en la maravilla del parque regional de Cabo Cope y Calnegre, hay una calica de cien metros entre acantilados que nos lleva a una película de piratas y tesoros. Una auténtica maravilla mediterránea con aguas transparentes y arena blanca. De lo mejor, si no lo mejor de nuestra costa, porque es para eso, para ir un día, y disfrutarla un ratico, sin sobarla, dejándola libre para que lleguen otros. Para cerrar los ojos y mecerse un ratico en este paraíso, y volver a pensar en lo maravillosa que es la vida, sobre todo en verano y en una de tus siete playas. Vale.