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Variante de Camarillas: una oportunidad para nuestra tierra

El ferrocarril se ha revelado como un medio de transporte de personas y mercancías altamente eficiente, social, económica y medioambientalmente. Las estrategias europeas pronosticaron hace ya algunos años una revitalización de las vías férreas en detrimento de las más contaminantes, costosas y peligrosas carreteras. La apuesta por el ferrocarril convencional, moderno y de altas prestaciones es una urgencia para nuestra región, la única sin tren electrificado. Es imprescindible, por tanto, ponerse manos a la obra y reparar el ostracismo en infraestructuras ferroviarias en el que aún se encuentra la Región de Murcia.

Para ello, la finalización de la Variante de Camarillas (y otras obras anexas como el recrecimiento del embalse) se erige en una prioridad vital. Ha habido muchos anuncios, postergaciones, nuevos anuncios, retrasos...Y ahora, recientemente, se firmó un convenio entre la Autoridad Portuaria de Cartagena y ADIF para reanudar y concluir las obras. Y tras la rúbrica del documento se afirmó por parte del presidente regional, Pedro Antonio Sánchez, y de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que las obras comenzarían en el mes de enero de 2016. Pero, la realidad, a día de hoy, es que aún no han comenzado y, esta circunstancia, ha generado una honda preocupación en la región, sobre todo si tenemos en cuenta los reiterados e históricamente documentados frenazos en la ejecución del proyecto. Hace unos días la Autoridad Portuaria afirmó que el dinero estaba disponible, que la obra podría ejecutarse en dos años y que la pelota estaba en el tejado de ADIF; en consecuencia, es hora de empujar todos en la dirección de ver culminada esta importantísima obra.

La infraestructura ferroviaria de la Variante de Camarillas supondría enormes ventajas económicas y sociales para la Región de Murcia. Mejora la seguridad, reduce significativamente el tiempo en la línea Chinchilla-Murcia-Cartagena, se acorta la distancia del trazado ferroviario en 17 kilómetros, además de permitir el incremento de la velocidad de circulación de los convoyes y el aumento de la carga de los mismos hasta las 22,5 toneladas. Este trazado puede propiciar, asimismo, la construcción de puertos secos de mercancías que vertebren la economía interior de nuestra región. Es obvio que un mayor flujo de mercancías repercutiría positivamente en el PIB regional y acercaría a la gente de nuestra tierra con Madrid gracias a un tren convencional de altas prestaciones. El tiempo de ganancia en el trayecto total sería de casi una hora, pues la puesta en servicio de la Variante debe suponer, de manera automática, el cambio de los desfasados trenes actuales por los más modernos Talgo 200 o Pendular con los consiguientes beneficios que de ellos se derivan. Estos serían los verdaderos trenes para todos: jóvenes, mayores, familias, turistas, emprendedores? el tren, en suma, que necesita el ocio y el negocio de esta región para empezar a ganar el futuro desde ya.

Además de los anteriores argumentos, conviene señalar otro capital que, sin embargo, se ha utilizado, erróneamente, en contra de invertir en infraestructuras públicas. El argumento económico de incremento del déficit y la deuda pública. En las actuales circunstancias de atonía económica un reciente informe de la OCDE apuntaba la necesidad de invertir en infraestructuras públicas con el fin de reactivar la economía y generar empleo. Pues bien, la inversión pública en la Variante de Camarillas traerá un retorno económico que superará con creces la inversión inicial realizada y, además, en escaso tiempo. La dinamización económica de la Región de Murcia será una realidad imparable a partir de ese momento.

El Estado tiene una enorme deuda histórica con nuestra tierra en materia de infraestructuras ferroviarias. Somos la única región sin trazado electrificado, no tenemos conexión con Andalucía y nuestra conexión con Castilla y Madrid es lenta y tortuosa durante demasiados kilómetros, con trenes de pasajeros obsoletos y de mercancías de pobre tonelaje. No queremos que la Variante de Camarillas quede nuevamente en el olvido y nos aleje del mapa. La Región de Murcia debe concienciarse y movilizarse por dicha Variante para conectarnos de manera efectiva, de una vez por todas, con el resto de nuestro país y Europa, obra capital que significa más y mejor tren, más y mejor agua, y por ello 'no podemos perder este tren'.

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