A lo largo de estos años de lucha, con una intensidad desconocida hasta ahora para nosotros, hemos podido, con el paso del tiempo, identificar diversos cansancios: físico, psicológico, mental y emocional. Son años duros, muy duros, que nos han dejado huella (lo positivo) y heridas (lo negativo), hemos visto con tristeza a compañeros que se han quedado en el camino, demasiada presión y ningún reproche, sólo agradecimiento, porque tenemos el derecho a vivir tranquilamente. Es verdad que cuando confluyen estos cansancios a la misma vez, se produce una quiebra en nuestro interior. Por eso necesitamos luchar y amar a la misma vez.