Viajar es sano, divertido, y encima hace economía. En nuestras latitudes, donde con la excepción de alguno de estos días invernales el sol es rey y señor de los paisajes y los corazones, la actividad turística supone no sólo una fuente de riqueza y de empleo, sino además una forma de darse a conocer al mundo y ofrecer a nuestros visitantes una muestra de lo que somos y lo que queremos ser.

Pero no sólo de sol y playa vive (o debe vivir) el turismo mediterráneo. Multitud de productos turísticos pueden convivir y apoyar nuestra oferta principal de buen clima, costas y bienestar lúdico. El turismo cultural, el deportivo, el de salud, el de congresos, el crucerista, el ecológico, y otro puñado de propuestas para vivir el viaje, están también ahí, a la mano del sector turístico y a disposición de los territorios para hacer de nuestra tierra un destino más diverso, más maduro y de mayor calidad.

De entre todas las posibilidades de desarrollo de nuevos productos turísticos me llama particularmente la atención una que estos días se está trabajando en unas jornadas que organiza el ayuntamiento de Pliego y los departamentos de Cultura, Turismo y Medio Ambiente del Gobierno regional: el turismo geológico. Porque aunque si bien es cierto que la geología siempre ha tenido presencia en el hecho turístico, ya que no en vano significa uno de los más importantes factores que modelan los paisajes (que en esencia deben ser bellos o mejor espectaculares para querer ser visitados), también es cierto que todavía muy pocas propuestas turísticas tienen en España, y más aún en nuestra región, el objeto principal de conocer, admirar e interpretar fenómenos o estructuras de la geología que de por sí son apasionantes.

Visitar lugares con singularidades geológicas, paisajes donde las formas geomorfológicas sean particularmente bellas, interesantes o espectaculares, o espacios donde la paleontología nos enseña el pasado de los territorios, puede ser en muchas ocasiones una experiencia única. Aprovechémoslo. Hagamos oferta, paquetes y propuestas de turismo geológico en la Región de Murcia. Aunque sea a la escala de nuestras propias posibilidades, sin pretender pelear con el producto costero pero sí procurando extender los beneficios del turismo a más territorios y ofreciendo a nuestros visitantes experiencias complementarias de esas que luego, aunque no sean masivas o viables para incorporar a la oferta de los grandes turoperadores, se trasmiten de boca en boca y contribuyen a mejorar nuestra imagen de marca turística a la vez que a apreciar un territorio como el nuestro cuya geodiversidad no tiene nada que envidiar a la de otros destinos.

En las jornadas de turismo geológico de estos días se estará haciendo un repaso a estos valores naturales y a las posibilidades turísticas con las que cuenta nuestro territorio. A ver si luego somos capaces de llevarlo a la práctica e incorporar la ciencia geológica a nuestra oferta. De muchas formas distintas.

Con nuevas propuestas directas de turismo científico geológico, potenciando la presencia turística de lo que ya tenemos, o simplemente incluyendo la geodiversidad en los valores que contamos y promocionamos entre nuestros visitantes cuando hacen un tour o recorren por su cuenta el destino. Merece la pena.