34, 408, 12.410... Si esto empieza como un enigma es porque en efecto lo es. Y es que pocas nos explicamos cómo un expresidente de la Generalitat (que no es por merecer al resto de profesiones) no encontró el momento exacto para comentar que tenía dinero sin legalizar en el extranjero en 34 años, o lo que es lo mismo 408 meses, o lo que es lo mismo 12.410 días. Como decía al principio, un enigma. Me imagino las agendas almacenadas por Jordi Pujol durante todos estos años, guardadas en cajas, llenas de polvo, y parece que leo ya el siempre aplazable recordatorio escrito en cada una de sus páginas: Comentar que tengo dinero ilegal fuera de España, comentar que tengo dinero ilegal... y así hasta 12.410 veces. Por fin la semana pasada encontró el momento de confesarlo y todas sentimos «pena, compasión y un dolor muy grande», pero no a la manera de Mas, sino a la manera en la que lo sufren los ciudadanos.