Entre tantas noticias sobre la desgraciada realidad que se vive en la franja de Gaza, asediada por el odio y las ansias genocidas de venganza de un pueblo, el israelí, que ha pasado en unos años de ´víctima´ a verdugo para la historia, hay, al margen de los otros partícipes en una guerra tan cruel como injustificada, los rebeldes de Hamás, unas víctimas colaterales olvidadas, los niños. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha denunciado la escasez de servicios básicos, tales como agua o medicamentos, para los menores de la ´franja´. Y es que, aproximadamente unas 90.000 personas carecen de suministros de agua corriente y no funcionan la mitad de las plantas de aguas residuales, lo que aumenta notablemente el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por consumir agua no potable. Mientras las grandes potencias mundiales miran para otro lado, UNICEF está embarcada en un proyecto para crear un hospital de campaña y una potabilizadora, que, curiosamente, deben ser protegidos por Israel al estar en zona fronteriza...