Parece que el Vaticano se ha sumado a la política económica europea impuesta por Alemania, lo cual era previsible teniendo en cuenta los orígenes germanos del actual Papa, y ha empezado a tomar medidas de recorte y austeridad (perdón, de «ajuste económico, estabilidad y racionalización del gasto público»). Para empezar, Benedicto XVI ha publicado un libro titulado La Infancia de Jesús en el que arremete sin piedad contra una tradición católica que se ha venido repitiendo año tras año por Navidad, la escenografía de los belenes; mira por donde, en Navidad, como la paga extra de los empleados públicos, que también formaba parte de la tradición navideña y ha caído este año.

Al parecer, y según afirma Su Santidad, Jesús de Nazaret nació el «año 15 del imperio de Tiberio César», es decir, unos seis o siete años ´antes de Cristo´,con lo que la primera duda que me surge es cómo afectará este cambio a los trienios y a las jubilaciones. Seguro que al final nos descuentan algo a los funcionarios. También habla de EREs en la plantilla del pesebre y se carga de un plumazo al buey y a la mula. Ahora resulta que cuando nació Jesús no había animal alguno en el establo. Pues nada, dos más al paro.

Aunque pensándolo bien y teniendo en cuenta que la mula era como el coche actual y el buey hacía las veces de un tractor o de una camioneta, igual estaríamos hablando de una expropiación forzosa, o de un embargo, vaya usted a saber.

Lo de suprimir la estrella de Navidad que guiaba a los Reyes Magos y a los pastores no me plantea dudas; está claro que es una medida de ahorro energético. Con lo que alumbra, debería gastar un ojo de la cara en corriente eléctrica, así que lo dejan en una ´supernova´ que al parecer sale más barato (como los LED).

De los caganer (ya saben, esas figuritas cagonas, típicas de los belenes catalanes) al parecer no dice nada, lo cual también es lógico, porque no está al horno para bollos y menos en vísperas de elecciones.

Ya puestos, podrían haber hecho algo con los Reyes Magos, pues en la época en la que vivimos parece un poco ´rarito´ eso de llegar montados en camello (que serían el equivalente a los coches de lujo de su tiempo), con esclavos que trabajaban para ellos (como algunos empresarios), con caros ropajes (chaqueta y corbata de ahora) y ofreciendo oro, incienso y mirra (como si quisieran untar a alguien o comprar favores).

¿Y qué me dicen de los pastores? Está claro que esa congregación espontánea de trabajadores/as del campo y agricultores/as es lo más parecido a una manifestación de jornaleros que he visto en mi vida. En algunos belenes, incluso se pueden detectar piquetes alrededor de hogueras (¿serán contenedores ardiendo?).

Del ángel mejor ni hablar, pero no me negarán que con esas alitas (como la paloma del Espíritu Santo) y merodeando cerca del pesebre para conocer al recién nacido, es cuando menos, sospechoso.

Y por último, los ´Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado´, representados por los soldados de Herodes, el que dio la orden de cargar contra los inocentes niños, acordonando el palacio, (como si fuese el Congreso de los Diputados) y repartiendo estopa al que se atreva a acercase (¿a qué me recuerda esto?).

Que me perdonen los belenistas murcianos, pero yo, por si acaso, este año monto un árbol de navidad y dejo las figuritas del belén en el trastero, no sea que me acusen de rojo subversivo o lo que es peor, de apóstata. De todas formas, como no me quedan días libres, ni tiempo para montarlo€