Cada cierto tiempo, coincidiendo con el fin de una era, el hombre se pregunta qué sería de la especie si no se hubiesen inventado determinados útiles. Así, si los neandertales se hubiesen preguntado qué habría sido de ellos sin la capacidad de comunicarse a través de las pinturas rupestres, nuestros abuelos lo hacían con la radio y nuestros padres con la televisión, entonando aquello de El vídeo mató a las estrellas de radio; a la generación 2.0 le toca hacer lo propio y especular qué hubiese sido de nosotros #SiNoExistieraTwitter.

Para empezar, aludiendo a la capacidad de esta red de crear nuevo vocabulario e incluso nuevas acepciones a una palabra y lo que pueden cambiar la concepción de las cosas, hay quien propone que «no nos alegraríamos tanto cuando un extraño nos siguiera». Está claro que la comunicación ha sido una de las necesidades básicas del ser humano que éste ha cubierto de diversas formas en numerosas etapas: «#SiNoExistieraTwitter seguiríamos usando las puertas de los baños públicos para escribir tuits», «Habría muchas más pintadas en la calle» porque «no tendría cómo desahogarme» y «muchos de mis pensamientos volverían a perderse por los retretes». Incluso aludiendo a descubrimientos coetáneos: «#sinoexistieratwitter está Facebook», «seguiríamos perdiendo la dignidad en Tuenti», «estaríamos todos ordeñando vacas en el Farmville de Facebook», «¿Dónde descansaríamos de Tuenti?», y mi favorito: «La gente no podría madurar y dejar el Tuenti».

Sin embargo, también hay quien encuentra sus aspectos negativos: «#SiNoExistieraTwitter habría menos fracaso escolar», y quien ridiculiza su modelo de comunicación: «Todos serían unos reprimidos y no tendrían donde expresar sus cambios de humor cada segundo» o «No me enteraría cuando… tiene hambre o sueño. Y no podría seguir con mi vida normal», con lo que, «los psicólogos tendrían trabajo de nuevo».

Pero de lo que no cabe duda es de que «#Sinoexistieratwitter no tendría lógica el dicho de ´me lo ha contado un pajarito’».