Pasó la Semana Santa más internacional en la Región de Murcia, echó la persiana la Semana de Primavera en la ciudad de Murcia, y toca a su fin en Caravaca una de las fiestas más importantes de nuestra geografía. Así que es hora de hablar de turismo, y más ahora que el resto del área mediterránea más Canarias ha visto aumentar de forma considerable el número de visitantes, en una parte importante, por los conflictos que se viven en el países competidores del Mediterráneo y que están viviendo circunstancias difíciles.

De momento, sólo algunos candidatos, como el socialista a la alcaldía de Murcia, Pedro López, han puesto sobre la mesa algunas ideas sobre lo que debería ser uno de los pilares de la recuperación económica en nuestra Región: la industria turística.

Vengo años advirtiendo de la necesidad imperiosa que tiene esta Región de establecer su ´hoja de ruta turística´ para que de una vez por todas la gestión y explotación de nuestros numerosos recursos turísticos sean ya una realidad, y no seguir actuando a base de iniciativas individuales y localistas.

Estamos a poco más de quince días de las próximas elecciones municipales y autonómicas, y mucho me temo que a la inmensa mayoría de los candidatos y candidatas le entrarán las prisas, y empezarán a hablar de la importancia del sector, de lo que debería ser y no lo es, de lo bien o mal que se ha hecho, etc., en definitiva, a hablar del potencial turístico que posee esta Región, pero que lamentablemente seguimos sin saber ´explotar´ (turísticamente hablando, ya que con los tiempos que corren lo mismo alguno lo malinterpreta).

Sería todo un detalle que alguien se tomara en serio de una puñetera vez un sector tan importante en nuestra Región, empezando por la secretaría general de Turismo y terminando por la pedanía más pequeña que tenemos, pasando inexorablemente con la Administración regional, ya que mientras aquí algunos siguen mirándose el ombligo, en otros lugares el turismo en el principal motor de desarrollo para salir de esta maldita crisis.

Estudios turísticos sobre nuestras fortalezas y debilidades hay varios en los cajones de la consejería incompetente de turno, así que si a algún candidato se le ocurre proponer ´volver´ a gastarse dinero en realizar un estudio que nos sitúe en nuestra realidad turística para acometer las correspondientes propuestas, lo mejor que podría hacer es ahorrarse ese dinero y leerse los trabajos ya existentes; algunos son bastante buenos, por cierto.

Una ´hoja de ruta´ que hable de turismo comercial, sol y playa, salud, congresos, de ciudad, religioso, cultural, de interior, gastronómico, que también hable de infraestructura, empleo y formación, etc., y que huya de convertir en piedra angular de nuestro proyecto regional el turismo residencial, ya que éste ni genera ni empleo de calidad ni permanente.

La ciudad de Murcia es la prueba más palpable de que ni ha existido ni existe una política turística medianamente clara. Como dato más significativo, valga decir que somos la única ciudad del arco mediterráneo que no dispone de un simple y mísero campamento de turismo, así que de turismo comercial mejor ni hablamos. Otro de los ejemplos más claros del fracaso turístico regional ha sido el Año Jubilar de Caravaca, con cientos de miles de visitantes, es cierto, pero con fallos estrepitosos tanto en su planificación como en su ejecución.

Pero, al césar lo que es del césar, también hay que reconocer que hay cosas que se han hecho bien, y que podría servir como ejemplo de la línea a seguir: las ciudades de Cartagena, Jumilla, La Unión, Calasparra y Bullas han entendido y planificado la importancia de este sector, pero con esfuerzos casi en solitario el camino puede hacerse demasiado largo. Curiosamente, el Plan E de Zapatero ha sido fundamental en algunos de estos proyectos.

Así que no estaría de más que alguien les echara una mano desde la Administración competente en materia turística a quienes están haciendo sus deberes, y no sólo al cuello.