Comentaba Rosa Díez el pasado día 24 en Cartagena que la política la han convertido PP y PSOE en uno de esos partidos aburridos en los que el empate a cero les sirve a los dos equipos y que ninguno de los dos conjuntos se esfuerza por agradar a los espectadores, sino que sólo miran a sus intereses, importándoles un bledo la opinión de los sufridores paganos del espectáculo, lo que traducido a la vida política, los sufridos contribuyentes.

Y es que, lamentablemente, es así y tanto PSOE como PP se limitan a descalificarse entre sí, aunque en la mayoría de los casos y en los temas fundamentales que podrían contribuir a la implantación de un sistema democrático real, se ponen de acuerdo, como por ejemplo en el cambio de la ley electoral para que los representantes en el Congreso de los Diputados respondan a una proporcionalidad acorde con la población y no que unos territorios tengan más representantes que otros en base a unas reglas de juego beneficiosas para unas minorías, ya que si para unas elecciones generales el Estado español fuera una circunscripción única, dejarían de mandar y de beneficiarse unos nacionalismos minoritarios que condicionan la política nacional en beneficio propio. De la misma manera, a nivel autonómico, es arbitrario el establecimiento del 5% que beneficia de una manera descarada a los dos partidos mayoritarios y por lo tanto, ambos se sienten cómodos con este sistema y no lo cambian, distorsionando, también, los resultados autonómicos.

Y esto hay que cambiarlo, hay que propiciar, e invitamos para ello a toda la ciudadanía de la Región de Murcia, el cambio de estas reglas de juego para que todas las formaciones tengan su representación en las instituciones de una manera proporcional a su número de votantes, lo que haría de ellas espacios de representación real de la voluntad de los ciudadanos y no resultados ´trucados´ por un sistema que ellos deciden y les va bien, aunque sea injusto. Pero se está viendo tanto a escala nacional como autonómica que el sistema que les beneficia a los dos mayores no le ha venido nada bien a los espectadores del ´partido´. Algo tan directo y tan duro para los ciudadanos como es el paro que es el más alto de Europa, y a escala regional es de los más altos de España. Y, ¿qué pasa? Pues que unos se echan la culpa a los otros, pero el trabajo no aparece. Nuevamente, el empate a cero.

El sistema de bipartidismo instalado en esta sociedad hay que cambiarlo y hace falta un partido que defienda de una manera clara y contundente la idea de España. Un partido que su discurso sea el mismo en Murcia que en Cataluña, en Madrid que en el País Vasco y no que varíe en función del territorio en el que se hable. Y para ello está Unión Progreso y Democracia, un partido defensor de la identidad nacional española, defensor de un sistema nacional de educación, de un sistema nacional de sanidad y, en definitiva, de un sistema de igualdad para todos los ciudadanos españoles, independientemente de su lugar de residencia y esta es la idea básica que defendemos los candidatos de UPyD y que solicitaremos con todo respeto y toda humildad en la campaña electoral para contribuir a ese cambio de esquema tan necesario en estos tiempos difíciles en los que se echan de menos propuesta políticas serias y no propuestas electoralistas que luego no aparecen, pero que les permiten, a los ´grandes´, otros cuatro años de seguir viviendo del oportunismo político y del populismo vacío de contenidos.