La sucesión de Zapatero. «Solo mi chica y un amiguete saben el secretito que me traigo. Pero no lo voy a decir». ¿A que parece más una frase salida del cerebro inmaduro de un adolescente ñoño con ganas de llamar la atención que de un gobernante con sentido de Estado y refiriéndose a su continuidad o a su abandono de la política activa? A partir de ahí, no hay gato en el barrio que no haya querido escudriñar, aconsejar y opinar sobre el mal llamado debate sucesorio. Barones autonómicos, candidatos a alcaldías, candidatos a candidatos, candidatos a padrinos de candidatos, observadores de ojo de lince, dandis de americana de ojo de perdiz y otros representantes de la fauna ibérica han entrado a saco en la polémica, el vaticinio y el consejo. Hasta el responsable de la mayor institución bancaria española, el otrora comedido Emilio Botín ha entrado en el charco a pisotones llenando de salpicaduras la política. Definitivamente en este país no se puede tomar uno nada en serio

El estratega Valcárcel. Ya podemos sacudirnos nuestros complejos de inferioridad, porque nuestro presidente autonómico, Ramón Luis Valcárcel, ha sido invitado al Foro de Abc para dictar una conferencia. Y ahí sí hay nivel. Se ha descolgado reivindicando algo que no se llama copago pero que se parece al copago y suena al copago en Sanidad y Educación. Como hacen los adelantados a su tiempo, los que no se limitan a seguir consignas y argumentarios de partido y se atreven a pensar por sí mismos, sabedores de que tarde o temprano muchos seguirán por la senda que ellos audazmente ha abierto, Ramón Luis vaticinó que los ciudadanos van a tener que pagar por lo que ya pagan con sus impuestos. Acto seguido, los portavoces de su partido salieron a ´matizar´ sus palabras, eufemismo que se utiliza para desautorizar lo dicho por un correligionario que ha sacado los pies del tiesto. Hace poco un comentarista, Pérez Henares, elogió —según fue glosado en este mismo diario— la dimensión de estratega de Valcárcel. Ahora sólo hace falta que, tal como ya vio Pérez Henares, en el PP se den cuenta de esa virtud de Valcárcel y se pongan a su rebufo en lugar de empeñarse en matizar lo que dice en sus conferencias.

Berlusconi ante el juez. Otro presidente en horas bajas es Silvio Berlusconi. El mandatario italiano ha tenido que sentarse en un banquillo judicial —si bien a puerta cerrada— para responder a las acusaciones de apropiación indebida y fraude fiscal. Hasta ahora, con cintura de torero y estrategia de leguleyo, había ido promulgando leyes a la medida de sus escasos escrúpulos para esquivar ser empitonado por la justicia a causa de sus numerosas fechorías. La vergüenza de Europa no es un dirigente corrupto, putero senescente y manipulador. La vergüenza de Europa es que lo que mantiene en el poder al personaje es la proyección de los deseos de la mayoría de los italianos. Berlusconi encarna el sueño de riqueza y de estar por encima de las leyes y hasta de las normas morales y el decoro de muchos de sus compatriotas. Algunos de ellos, mujeres.

Videoconferencia. Fuentes de la presidencia francesa han informado de que se ha celebrado una videoconferencia en la que han participado los líderes de EE UU, Alemania, Reino Unido y Francia para tratar de la situación en Libia. Los mandatarios participantes, el presidente de EE UU, Barack Obama; la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se encuentran en horas bajas ante la opinión pública de sus respectivos países. Merkel y Sarkozy están además paladeando el amargo sabor de sendas recientes derrotas electorales. Es delicado actuar bajo la presión de una opinión pública adversa. Se corre el peligro de sobreactuar, de responder moviendo los brazos como aspas de molino. Así, las justificaciones que ha dado Obama sobre la bondad de la intervención en Libia al abrigo de la decisión de las Naciones Unidas no han convencido a nadie. El asunto, de entrada, está cada vez menos claro. Y la salida, una vez más, no se atisba. No se sabe si los aliados, de los que forma parte España, constituyen una fuerza de interposición o si realmente están tomando partido por una de las dos partes contendientes en el país norteafricano. Porque el hecho de que hay dos bandos combatiendo sí parece cada vez más claro. Tal cosa se llama guerra civil. La pregunta es si se va a intentar el derrocamiento de Gadafi. Obama negaba que estemos ante una reedición del caso de Irak, pero Irak es lo que está en la mente de todos.